Capítulo 1. Presentación Código Lela

 

 

1.1 ¿De dónde partimos?

 

> De nuestras motivaciones y preocupaciones

La investigación surge de nuestras preocupaciones y motivaciones diversas que se entrelazan y atraviesan disciplinas para poder cuestionar nuestra realidad y lo que parece estar establecido, sea en sus formas y contenidos, y afín de poder propiciar la emergencia del conflicto y de dinámicas de cambio transformadoras y emancipadores.

Lo que nos llevo a realizar esta investigación, en primer lugar, fue nuestra propia condición de mujeres tecnólogas y, a la vez, investigadoras provenientes de disciplinas propias de las ciencias sociales y humanas. De esta combinación surgió nuestras preguntas y la preocupación por la relativa poca presencia de las mujeres en el mundo de las tecnologías en general y, concretamente, en el uso y desarrollo técnico de las mismas. Una vez formulada esta cuestión inicial, y con la voluntad de abordar esta preocupación en un sentido positivo, quisimos averiguar acerca de cuales eran las vías de acceso a las tecnologías y que usos hacían de ellas las mujeres que, como nosotras, ya participaban.

Con ello, surge el interés por contribuir con nuevas informaciones a los debates abiertos alrededor de la participación de las mujeres a las tecnologías desde un ámbito local, pero manteniendo una perspectiva y aproximación de cariz global. Finalmente, el deseo de fomentar la práctica tecnológica no discriminatoria, transformadora y compartida entre las mujeres nos empujó a emprender esta investigación.

 

> De lo que nos dicen las informaciones y datos existentes

La mayoría de publicaciones, estadísticas y análisis que relacionan las mujeres con las tecnologías remarcan, visibilizan, o simplemente muestran, las desigualdades de género, todavía existentes, en el mundo tecnológico1. En cuanto al uso de las nuevas tecnologías en el estado español, todavía se observan importantes desigualdades entre hombres y mujeres que sitúan los porcentajes de uso de las mujeres bastante por debajo de los porcentajes por los hombres. Aun cuando parece que los usos de tecnologías crecen exponencialmente en las generaciones más jóvenes, tanto por mujeres como por hombres, la situación actual de desigualdad continúa siendo preocupante2. En los sectores y ocupaciones marcadamente tecnológicos los porcentajes se reducen todavía más, de forma que sólo alrededor de un 20% de las personas que trabajan en el mundo de las tecnologías y similares son mujeres. Tampoco encontramos ninguna mujer al frente de las empresas, centros de investigación o comunidades desarrolladoras de software libre más importantes del mundo3. Si nos fijamos en los datos de formación, no parece que apunten a demasiados cambios positivos para las mujeres pues la formación reglada también sufre una carencia de participación de las mujeres tanto a nivel de número de estudiantes como de profesorado4.

En resumidas cuentas, el panorama que nos ofrecen la gran mayoría de datos e informaciones públicas muestran una baja participación de las mujeres en las tecnologías y una constante desigualdad de género poco esperanzadora. Ahora bien, algunas investigaciones y publicaciones, en particular las que provienen del constructivismo feminista, han hecho un esfuerzo considerable por salir de los paradigmas establecidos y señalar otras tecnologías y otros usos tecnológicos dónde las mujeres son presentes en porcentajes mucho más elevados5. Este es el caso de la telefonía, del teletrabajo, del sector audiovisual y, como no, de las tecnologías domésticas. El hecho que la mayoría de datos e informaciones públicas, que se recogen y sistematizan, se fijen en aquellas tareas, profesiones y trabajos más considerados (socialmente y económicamente), y muestren porcentajes de participación de las mujeres tan reducidos nos obliga a intentar encontrar nuevas vías de acceso y participación de las mujeres en el mundo tecnológico. Partiendo del hecho que haya tantas mujeres tecnólogas en los “otros” ámbitos tecnológicos nos obliga a intentar sacar a flote aquellas participaciones poco visibilizadas porque intuimos que esconden viejas desigualdades, pero también nuevas llaves de participación y formas de uso de las tecnologías raramente exploradas.

 

1.2 ¿Qué nos preguntamos?

 

Si bien la cuestión de la carencia de mujeres en el uso y desarrollo de las TICs ha tendido a enfocarse hacia la pregunta de por qué las mujeres no participan, en la presente investigación pretendemos encontrar la llave de la participación de las mujeres en las nuevas tecnologías a partir de la pregunta inversa optando por partir de la identificación y análisis de los colectivos y mujeres que ya participan.

Se analiza por lo tanto lo que determina el acceso de las mujeres al mundo de las nuevas tecnologías a través del entendimiento de como las mujeres tecnólogas se iniciaron y qué factores las ayudaron. No obstante, creemos que no basta con conocer las motivaciones o factores de inicio, sino que también hace falta conocer otros condicionantes sociales y de contexto por tal de ampliar, matizar o desmitificar algunos de los factores de acceso expuestos e, incluso, comúnmente establecidos y aceptados. Por este motivo hemos también investigado sobre los perfiles socio-demográficos de las mujeres tecnólogas que han participado de nuestro estudio, así como hemos probado de analizar que factores estructurales iniciados por políticas publicas participan de estos matices.

La aparición de internet, el nacimiento de la sociedad de la información y la cultura digital son procesos graduales basados en personas implicadas, de forma individual o colectiva, y que en su práctica y discursos contribuyen al fomento de naturalezas varias de desarrollo tecnológico cuyas practicas se aplican a la totalidad de ámbitos componiendo la vida en sociedad. Evidentemente, las mujeres han tenido un papel en este desarrollo y, seguramente, han ido realizando tareas específicas que pueden haber variado en el tiempo.

Por esto también nos preguntamos de qué manera las mujeres participan en las tecnologías, qué tareas realizan y qué han sido sus trayectorias de usos y de practicas. Hay también que subrayar que la práctica tecnológica, la generalización de usos, el desarrollo creciente de la tecnología y la inmersión en la sociedad del conocimiento son elementos, en sí mismos, que condicionan la vida de las personas e impactan en ellas. En relación con las mujeres tecnólogas más implicadas, que suelen tener una alta frecuencia de práctica tecnológica, nos preguntamos sobre los impactos que han tenido las tecnologías en sus vidas, sus mentes y sus cuerpos.

La expansión de internet y las redes telemáticas, así como la expansión cuantitativa de las herramientas de registro multimedia, han conllevado un conjunto de cambios significativos en el ámbito de la producción tecnológica, digital, cultural y artística, pero también, un impacto en la producción de riqueza, nuevos oficios y formas de retribución económica. Las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) están generando un conjunto de cambios paradigmáticos en relación a las maneras de producir conocimientos, desarrollar innovaciones científicas y tecnológicas, así como experimentar con modelos productivos alternativos al mercado. La posibilidad de reproducir copias de una obra, personal o col lectiva, de almacenar y producir datos y conocimientos, casi de manera infinita, de diseñar herramientas colectivamente a través de las comunidades de personas desarrolladoras de software libre, así como, de optar por una difusión usando licencias libres son algunos de los ejemplos que apuntan hacia estos cambios significativos.

Y es aquí dónde nos preguntamos cuál es la participación de las mujeres en estos ámbitos alternativos al mercado y qué usos y prácticas llevan a cabo en relación al software libre. El contexto tecnológico actual predetermina y empuja hacia unas formas de participación, de uso y práctica determinados con las tecnologías que, como vemos con el caso del software libre, no siempre se aceptan sin críticas o propuestas alternativas. Creemos que las mujeres también tienen sus propias especificidades personales y colectivas, llevándonos a preguntar acerca de que mejoras proponen y desarrollan en la práctica tecnológica, y sobre las propuestas que plantean para la igualdad de género.

 

1.3 ¿Qué entendemos por tecnologías?

 

Esta ha sido una de las preguntas clave que nos hemos planteado desde el inicio de la investigación. No hemos querido partir de una definición previa y acotada de tecnología, sino que nuestro punto de partida ha sido el de abrir el debate sobre la propia definición de tecnologías y compartir esta reflexión con nuestros sujetos de investigación. Nuestro objetivo no era de llegar a una definición final consensuada, sino más bien tratar de recorrer, compartir y contagiarnos de los diferentes imaginarios, relaciones y representaciones que componen aquello tecnológico, optando por cuestionar las concepciones hegemónicas y androcentristas de aquello que és tecnológico y aquello que no lo és. También hemos querido dejar abiertos los diferentes umbrales que componen los usos de las tecnologías, sin establecer una definición previa de los niveles e intensidades de conocimiento y práctica con las tecnologías o el hecho de estar participando o no del diseño y o/desarrollo de aquello tecnológico.

No partir de un concepto predeterminado de tecnología ha supuesto no partir de un universo definido y específico de mujeres tecnólogas. Nuestro estudio ha querido incluir todas las mujeres que se han identificado como tal, sea cual fuese su práctica y los ámbitos dónde la desarrollaban, fuese en el ámbito productivo, reproductivo, de placer, de información y comunicación, de activismo...

La diversidad de usos y prácticas objeto de nuestra investigación abarcan, por lo tanto, desde las tecnologías de la información y la comunicación hasta las tecnologías biomédicas, de creación artística, domésticas o de producción. En este camino también hemos recurrido al pensamiento y las prácticas del movimiento feminista que ya desde los años 70 ha cuestionado las relaciones entre ciencia, tecnología y género desarrollando un cuerpo teórico y práctico extenso desde una gran heterogeneidad de posturas, que responden, en cierta medida, a la diversidad de posturas dentro el propio feminismo, pero que comparten un objetivo político común: la oposición al sexismo y androcentrismo reflejados en la práctica y teoría científica y tecnológica (González García, M y Pérez Sedeño, E, 2002).

Nuestras antepasadas desvelan el carácter no neutral de la tecnología, en cuanto al hecho que esta hace posibles ciertas maneras de construir el mundo y eliminan, al mismo tiempo, otras posibilidades. Por esto, la tecnología y las representaciones que tenemos de ella tienen, por nosotras, un valor político, en cuanto a que contribuyen a la construcción colectiva de la vida social. Coincidimos con la corriente del pensamiento y práctica feminista, que surge a partir de los años 90, con una visión más optimista, pero a la vez crítica de la tecnociencia con la que Donna Haraway enuncia que no se trata de ir contra la ciencia, tecnología, contra aquello científico y tecnológico sino que se trata de “codificar de nuevo la inteligencia y la comunicación afín de subvertir el mando y el control". Nos asociamos a las cyberfeministas que proclaman las potencialidades emancipadores y transformadoras que las tecnologías de la información y la comunicación pueden obrar por las mujeres y la sociedad.

 

1.4 ¿Cómo lo hacemos?

 

> Preliminares: investigación activista y herramientas tecnológicas para la investigación social

En un proceso de investigación activista como este, tanto la selección de las temáticas a tratar como los procedimientos y metodologías de búsqueda acontecen acciones, en sí mismas, que persiguen la intención de propiciar la transformación social y la mejora de la sociedad en su conjunto6. Por este hecho, en todo el proceso hasta la generación final de resultados, y también en aquello metodológico, hará falta, como mínimo, tener en cuenta aspectos políticos y sociales que, en cierta medida, puedan contribuir a estas finalidades transformadoras. El manifiesto y los puntos de partida de esta investigación dejan clara su aproximación activista y feminista y, esta declaración, se hace también patente en la selección y uso de las metodologías de investigación.

Por ello, la aplicación de las características propias a la investigación activista como el énfasis en la subjetividad, el fomento de la participación, la tendencia a la horizontalidad, la práctica de la colaboración, el compartimiento del conocimiento generado y la potencialidad transformadora de la investigación toman relevancia en este proceso de investigación activista y, así, es visibilizado y detallado en los resultados de la investigación que vienen a ser contextualizados, a menudo, en relación con los marcos de actuación y usos de las tecnologías.

Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación suponen una ampliación de las condicionantes de espacio, tiempo y relaciones que acontecen en las investigaciones sociales, por lo tanto están interviniendo en las formas mismas de desarrollarlas. Su utilización permite fomentar la mantenibilidad de los proyectos, así como una mejor distribución de la información, e incluso, del control y el poder que derivan de ella. Estas tecnologías han potenciado nuevas formas y contextos para la investigación social que han sido exploradas y utilizadas como herramientas en el transcurso de esta investigación. Todos estas herramientas tecnológicas para la investigación, han sido seleccionadas y exploradas, dentro del amplio abanico de tecnologías de tipo FLOSS7. Estas últimas dotan de coherencia a la práctica investigadora respeto a su compromiso activista. La posibilidad de modificación del código y de los formatos permite adecuar lo que se quiere estudiar con la apropiación de la misma herramienta, la participación y el compartir el conocimiento, y, finalmente, y porque no, contribuye al fomento del uso de las tecnologías libres entre las mujeres.

Así se ha construido una web usando software libre, y de código abierto, orientada a la investigación social en materia tecnológica, que, a la vez, permite la participación y visibilidad de sus resultados y de otras informaciones relevantes que se quieran redistribuir. Otra de nuestras elecciones ha sido la de hacer uso de licencias libres para la protección y difusión de los contenidos y reflexiones generadas en la investigación, afín de facilitar la circulación sin restricciones de los datos compilados, las narrativas, los resultados con el ánimo de potenciar redes de colaboración, de estimular nuevos debates, investigaciones y prácticas en el ámbito de las mujeres y las tecnologías.

Con esta investigación participativa se visualiza el panorama contemporáneo del desarrollo de las tecnologías a nivel del Estado Español, mostrando la participación de las mujeres en las TICs y sus condiciones, prácticas y deseos. A partir de los resultados de los cuestionarios, entrevistas y grupos de discusión realizados se ha ampliado la información necesaria para la producción de materiales y herramientas de difusión y comunicación, desde el papel hasta formatos audiovisuales y multimedia, resultados del mismo aprendizaje colectivo generado con la investigación.

 

> Metodologías de investigación y análisis

Por tal de conocer qué ha determinado el acceso de las mujeres al mundo de las nuevas tecnologías, el uso que hacen de ellas, sus condiciones sociales, sus formas de practicar, sus necesidades, fortalezas, carencias y deseos, nos planteamos una investigación que combinará las técnicas de investigación cualitativas con otras cuantitativas proponiendo, así, una triangulación metodológica.

De este modo, por una parte, se ha realizado una investigación cualitativa a través de la revisión bibliográfica,de la elaboración y distribución de un cuestionario online semi-abierto, de varias entrevistas en profundidad gravadas en formatos audiovisual y, finalmente, a través la organización de distintos grupos de discusión a través Europa y el estado español.

Por otra parte, se ha llevado a término una investigación cuantitativa descriptiva de los datos públicos existentes, conscientes de las limitaciones con respecto a la disponibilidad de estos datos, así como de la necesidad de transformar algunos de ellos llevando a cabo una recodificación de datos semi-cualitativos dentro del cuestionario.

Creemos que la combinación de técnicas y metodologías cualitativas y cuantitativas enriquece la investigación, permitiendo integrar diferentes niveles de análisis y, finalmente, conduciendo a la creación de un gran volumen de información adicional e innovadora. Las sujetas de análisis de nuestra investigación han sido las mujeres que participan en el mundo de las tecnologías y entre las cuales nos incluimos. Tanto la definición de mujer, como la definición de las tecnologías, se han entendido desde un sentido amplio de la palabra y sin prefijarlos en un momento inicial, de forma que se ha permitido que emanará de las sujetas de análisis y del mismo proceso de investigación y, por lo tanto, se han incluido todas aquellas informaciones consideradas como pertinentes desde las personas sujetos del estudio. Con respecto al ámbito territorial se ha tratado, sobre todo, el ámbito estatal porque también hemos querido contribuir a un debate global desde nuestras experiencias más localizadas y ámbitos de estudio más reducidos, aun cuando, evidentemente, no se han descartado referencias a nivel internacional, sobre todo, afín de posibilitar un análisis más comparativo si en algunas cuestiones se ha creído relevante.

 

 

 

1 Vean apartado sobre el estado de la cuestión y el análisis de las estadísticas públicas dónde esta información se muestra de forma más extensa

2 Así se desprende de los informes del INE y de los diversos estudios producidos por la Secretaría de Telecomunicaciones y sociedad de la información.

3 Justo es decir que algunas de estas comunidades se organizan de forma totalmente horizontal, pero estudios anteriores han estimado que la presencia de las mujeres en estas comunidades se sitúa alrededor del 2% y en los casos conocidos de organización más o menos jerárquica como Debian no hay ninguna mujer al frente.

4 Fuente: Instituto de la mujer

5 Véanse la revisión bibliográfica, especialmente las investigaciones constructivistas feministas que han contribuido en la visibilidad de estos ámbitos a niveles de ocupaciones y de sectores tecnológicos altamente feminizados

6 Vergés, N. Hache, A. Visualitzacions i Recerca Activista: un intent de conciliació. Working paper. ESFMemoryproject. Disponible a : http://www.redactiva.org/WEBVISUALS/theory.htm

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