En los últimos años hemos presenciado como las denuncias de compañeres del sector de los videojuegos han acabado en una serie de investigaciones, reportajes y noticias que han destapado la terrible situación de las mujeres, de las personas racializadas y las pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ en grandes empresas, como Riot, Ubisoft y Activision Blizzard. Todos estos casos nos indican que estamos ante un patrón harto preocupante dentro de la industria, puesto que en todas ellas se han reportado casos de acoso físico, psicológico y sexual, abusos, salarios desiguales, discriminación, homofobia, sexismo, techo de cristal y otros comportamientos tóxicos contra los colectivos mencionados anteriormente. Estos comportamientos, que han acabado en terribles consecuencias para las personas damnificadas (despidos, acoso laboral, difamaciones, amenazas, ansiedad, depresiones, etc.), quedan amparados por la llamada “bro culture” (cultura de la hermandad/fraternidad), mediante la cual se protege a los hostigadores y depredadores dentro de la empresa a costa de las víctimas. De esta manera, los hombres pertenecientes a ese grupo detentan privilegios por encima de otros trabajadores, tienen carta blanca dentro de la compañía para hacer lo que quieran y no reciben consecuencias por su comportamiento, por muy grave que sea este, quedando todo dentro de la hermandad y dejando completamente desamparadas a las víctimas.
Por eso, desde FemDevs queremos expresar nuestro apoyo total a les compañeres que han padecido los ambientes laborales descritos, así como a todas las personas que han aportado su testimonio y han denunciado a pesar del miedo y de las posibles represalias de la empresa y el sector. Como asociación focalizada en la promoción y la participación de las mujeres en el desarrollo de videojuegos, insistimos una vez más en la necesidad de implementar medidas efectivas y reales que acaben con estos comportamientos y situaciones nocivas en la industria, de la misma manera que pedimos responsabilidades a los invididuos que los han llevado a cabo y a las empresas que protegen, promueven y/o minimizan el acoso, el abuso y la discriminación en sus entornos. Igualmente, pensamos que es necesario recordar que rechazamos abiertamente cualquier comentario de la comunidad dirigido a infravalorar la gravedad de estos asuntos, justificar las prácticas y comportamientos denunciados y culpabilizar a las víctimas. Creemos que esta insensibilización es otra señal de la aceptación que tienen las culturas del abuso y el acoso en la industria, así como de las múltiples discriminaciones y odios todavía presentes en nuestra sociedad que impiden la construcción de un entorno sano, respetuoso y diverso.
Sin embargo, no queremos cerrar este comunicado sin agradecer la labor de aquellos medios y profesionales que informan con esmero, respeto y sensibilidad sobre estas circunstancias, ya que consideramos importante que se dé a conocer al público esta realidad dentro de algunas empresas del sector. De la misma manera, damos las gracias a les activistes que señalan y denuncian sucesos como los expuestos en este texto, aun a pesar de las consecuencias negativas de hacerlo abiertamente debido a la respuesta de una parte de la comunidad, con la finalidad de producir cambios significativos que beneficien a los colectivos vulnerables a las prácticas abusivas y la exclusión de la industria. Para terminar, nos gustaría hacer hincapié en que nuestros canales de comunicación (página web, correos electrónicos y redes sociales) están a vuestra disposición. Como asociación feminista y espacio seguro que somos, os daremos asesoramiento, apoyo y recursos si estáis experimentando escenarios hostiles, ya sea como los expuestos en este comunicado u otros. No estáis soles.