¿Cómo nos defendemos las periodistas feministas frente a la tecnoviolencia machista? Presentamos un informe de historias y un protocolo de acción

En marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa desde LatFem presentamos “Cuidados digitales para ejercer más y mejor periodismo feminista”, un informe que busca sistematizar, analizar y difundir qué obstáculos y estrategias desarrollaron periodistas y medios feministas de América Latina y el Caribe que han atravesado ataques en el ámbito digital. Junto con el informe compartiremos nuestro “Protocolo de acción con recomendaciones para cuidados digitales personales y gestión segura de medios de comunicación digitales, sitios web y organizaciones”. Así como ninguna sale sola de la violencia de género más tradicional, ninguna periodista puede enfrentar sola la tecnoviolencia machista. Este material pudo realizarse gracias al Fondo de Respuesta Rápida (FRR) de Derechos Digitales.

 

Para Bianca Santana, mujer negra nacida en San Pablo, la violencia racial y de género no era una cuestión ajena. Lo que nunca imaginó esta periodista de la revista Gama es que a sus 35 años estaría denunciando al Presidente de su país, Jair Bolsonaro, y a su ejército de trolls ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 2020 por ataques virtuales del mandatario contra ella. Bianca había investigado los vínculos que tenía el jerarca y sus hijos con la milicia acusada de asesinar a la defensora Marielle Franco. En diciembre de 2019 había publicado un artículo con Anielle Franco, la hermana de Marielle. En aquella semana le hackearon el WhatsApp, atacaron sus casillas de correo y el acoso virtual se trasladó al mundo analógico: en la sede de la Coalición Negra por Derechos en San Pablo, uno de sus lugares de trabajo como activista negra, un grupo de hombres ingresó al lugar y preguntó por ella, en un claro despliegue amenazante. Bianca Santana decidió cerrar su cuenta de Facebook durante cinco meses. 

Silenciarse para preservarse no fue su única estrategia: dejar registro de este tipo de ataques fue fundamental para empezar a dimensionar el problema. Gracias al apoyo articulado entre organizaciones de defensa de los derechos de periodistas, organizaciones de derechos humanos, feministas y de activismos negros, Bianca Santana relevó y denunció ante las Naciones Unidas que, en solo un año y medio del gobierno de Bolsonaro, al menos 54 comunicadoras y periodistas habían sufrido ciberviolencias machistas. 

La historia de Bianca no es aislada. El ciberacoso, la suplantación de identidad, las extorsiones en línea y las amenazas de judicialización, o los comentarios xenófobos, racistas y machistas, no son una excepción para las periodistas feministas. Las tecnoviolencias machistas son cada día más una vivencia cotidiana, se volvieron parte de la rutina laboral. 

El 73% de las periodistas encuestadas en 2021 por Reporteros sin Fronteras en 2021 considera que Internet es el lugar más peligroso para ellas. Es en el espacio virtual donde registraron la mayor cantidad de agresiones machistas recibidas por su trabajo profesional, especialmente a través de correos electrónicos y mensajes en redes sociales, pirateo de cuentas, divulgación de información personal y ‘troleo’ o ataques masivos coordinados. ¿Quiénes están detrás de estas acciones? Los principales perpetradores de la violencia online son trolls anónimos y actores políticos.

Desde LatFem, salimos a buscar historias que sistematizamos en “Cuidados digitales para ejercer más y mejor periodismo feminista”. Con este informe queremos conocer la diversidad de respuestas y estrategias feministas ante estas agresiones para evidenciar que es posible cercar a la impunidad de este tipo de violencias por razones de género a nivel digital.  

El objetivo de este informe es sistematizar, analizar y difundir qué obstáculos y estrategias desarrollaron recientemente algunas periodistas y medios feministas de América Latina y el Caribe que han sufrido ciberataques. Estas experiencias pueden motivar a otras colegas y equipos a robustecer las estrategias de cuidados digitales como parte de la línea editorial del ecosistema de medios, y fortalecer las capacidades de respuesta a las agresiones de manera colectiva y holística, para trabajar en entornos más seguros.

Para llevar adelante esta tarea realizamos una decena de entrevistas a periodistas y activistas. Conversamos con colegas y compañeras de Brasil, Ecuador y Uruguay que sufrieron agresiones digitales (desde ataques a sus trabajos profesionales hasta insultos personales por su condición de género, raza-etnia y procedencia) y buscaron estrategias individuales y colectivas para preservar su seguridad digital e integridad física y salud mental. A su vez, entrevistamos a activistas de Ecuador, México y Perú  que integran organizaciones dedicadas a promover el ejercicio de derechos digitales, como las ciberfeministas de Hiperderecho y Luchadoras.

Junto con el informe elaboramos un “Protocolo de acción con recomendaciones para cuidados digitales personales y gestión segura de medios de comunicación digitales, sitios web y organizaciones”.

Con este protocolo, pretendemos democratizar estrategias, herramientas, aprendizajes y experiencias. Así como ninguna sale sola de la violencia de género más tradicional, ninguna periodista puede enfrentar sola la tecnoviolencia machista. ¡Es tiempo de abordar las tecnoviolencias machistas! Periodismo feminista y cuidados digitales: asuntos conectados