Tienes razón. No estás loca, eres cíclica.

Imatge
Àmbits Temàtics

Y ser cíclica, en esta soci­e­dad, duele.

Al menos tres días de cada ciclo son un verda­dero infi­erno.

SIN EMBARGO

La mens­tru­a­ción no es el problema. Tú no eres el problema.

El problema es quién mens­trúa en esta soci­e­dad.

El tabú mens­trual corre­tea por nues­tro cuerpo y domina aún en nues­tras bragas.

Care­ce­mos de cono­ci­mi­en­tos desde donde expli­car nues­tra reali­dad.

Vivi­mos en la peri­fe­ria de nues­tro cuerpo.

 

¿En qué consiste la Peda­go­gía Mens­trual?

La Peda­go­gía Mens­trual no existe como término están­dar. De ahí que nece­site contarte cómo surgió de este coquito.

Vaya­mos por partes para que este concepto no se quede en un pala­bro más (prometo no ponerme intensa):

Aquí va una defi­ni­ción de Peda­go­gía:

La Peda­go­gía es la disci­plina que estu­dia la educa­ción y los proce­sos educa­ti­vos. Como la educa­ción es un fenó­meno complejo y multir­re­fe­ren­cial la Peda­go­gía ha de nutrir su cono­ci­mi­ento de otras cien­cias como la Histo­ria, la Antro­po­lo­gía, la Psico­lo­gía, la Soci­o­lo­gía y la Polí­tica, entre otras tantas.

Pues bien, cuando en 2010 acuñé el concepto de Peda­go­gía Mens­trual lo hice en refe­ren­cia a la práxis peda­gó­gica de inves­ti­gar en torno al fenó­meno educa­tivo rela­ci­o­nado con la expe­ri­en­cia mens­trual.

¿Cómo dices? Me explico:

« Expe­ri­en­cia mens­trual » es la manera en la que aprendí a defi­nir el fenó­meno mens­trual multi­di­men­si­o­nal. ¿El qué? Hablando en plata: que mens­truar es una expe­ri­en­cia social, polí­tica y cultu­ral además de fisi­o­ló­gica, con lo que tras­ci­ende el acer­ca­mi­ento clínico del ciclo mens­trual. La expe­ri­en­cia mens­trual se refi­ere al todo que devi­ene de mens­truar en esta soci­e­dad.

Enton­ces la Peda­go­gía Mens­tru­al…

Es un nombre más corto y ¿sexy? (no sé yo) para refe­rir­nos a esta rama pionera de la Peda­go­gía que se centra en el diseño de espa­cios educa­ti­vos, la crea­ción de conte­nido y de mate­rial didác­tico y la inves­ti­ga­ción multi­dis­ci­pli­nar sobre la expe­ri­en­cia mens­trual (entre otras tantas cosas).

Como ves, las peda­go­gas nos encar­ga­mos de la parte teórica y sesuda de la educa­ción. Anali­za­mos el proceso educa­tivo. Esto es el cómo se enseña y el cómo se aprende, y busca­mos méto­dos para que la educa­ción ocurra de verdad. Somos algo así como las inge­ni­e­ras de la educa­ción (no sé yo qué pensarán mis cole­gas de esto pero creo que ayuda el símil).

Enton­ces… ¿qué es la educa­ción?

Hay varias defi­ni­ni­ci­o­nes pero quiero que te quedes con que la educa­ción consiste en acom­pañar a una persona en la conquista de su propia auto­no­mía. Podrí­a­mos decir así que la educa­ción mens­trual (concepto que existe antes de que crease el concepto de Peda­go­gía Mens­trual) consis­ti­ría en acom­pañar a alcan­zar la auto­no­mía en torno a la expe­ri­en­cia mens­trual. Esto es: cono­cer qué supone mens­truar en esta soci­e­dad y actuar en conse­cu­en­cia de este saber para ser una persona más libre y capaz en la toma de deci­si­o­nes en torno a su cuerpo y cuida­dos.

Y ¿cómo pongo todo esto en marcha?

Por un lado estu­dio y desar­ro­llo un cuerpo de cono­ci­mi­ento y meto­do­lo­gía peda­gó­gica en torno a la educa­ción mens­trual. Y por otro diseño herra­mi­en­tas didác­ti­cas y espa­cios educa­ti­vos en torno al ciclo mens­trual y a la expe­ri­en­cia de ser un cuerpo mens­tru­ante en nues­tra soci­e­dad occi­den­tal. Con 10 años de expe­ri­en­cia (+ miles de kiló­me­tros en el cuer­pazo recor­ri­endo España y México) y siendo refe­rente en este país, en 2015 creo la primera comu­ni­dad educa­tiva online sobre la expe­ri­en­cia mens­trual de todo el redondo (y acha­tado por los polos) mundo. La tremenda Comu­ni­dad: Soy1 Soy4.

Me dedico a diseñar y a faci­li­tar espa­cios educa­ti­vos para cues­ti­o­nar, inves­ti­gar y resig­ni­fi­car la expe­ri­en­cia del ciclo mens­trual, a través de la inves­ti­ga­ción activa, rigu­rosa y compro­me­tida del cuerpo  y sus ciclos mens­tru­a­les desde un enfo­que cien­tí­fico, antro­po­ló­gico, soci­o­ló­gico, filo­só­fico y femi­nista.

Eviden­te­mente, soy peda­goga. Me formé con pasión en la Univer­si­dad de Deusto (me conce­di­e­ron el premio fin de carrera al mejor expe­di­ente, pero te prometo que fui una nerd con vasta vida social) y, más tarde, me magis­tré en la Univer­si­dad de Barce­lona en Estu­dios de Liber­tad Feme­nina del Centro de Inves­ti­ga­ción de Duoda.

Aun con esta activa vida acadé­mica, en ningún lugar (de este país) puede una espe­ci­a­li­zarse en ciclo mens­trual, ni en obra y mila­gros de nues­tras hormo­nas desde un enfo­que biopsi­co­so­cial con pers­pec­tiva de género. Por ello, en 2010, creé espa­cios para compar­tir cono­ci­mi­ento y, a la vez, inves­ti­gar a través de mi propia expe­ri­en­cia y de la expe­ri­en­cia de otras mens­tru­an­tes a través de revi­si­o­nes actu­a­li­za­das de body lite­racyself-care (ambas prác­ti­cas here­da­das de las femi­nis­tas de los años 70 que posi­bi­li­ta­ron los dere­chos repro­duc­ti­vos y sexu­a­les actu­a­les) Actu­al­mente, gracias a mis cole­gas de Soci­ety For Mens­trual Cycle Rese­arch, comparto y aprendo junto a profe­si­o­na­les de la salud de la mujer, inves­ti­ga­do­ras de diver­sas disci­pli­nas y acti­vis­tas mens­tru­a­les de todo el mundo. Así, el cuerpo de cono­ci­mi­ento se manti­ene más fresco que una lechuga y puedo ofre­cer siem­pre refle­xi­o­nes actu­a­li­za­das, contras­ta­das, con base cien­tí­fica y con kilos de crítica de la buena-buena.

Pero, puede que te pregun­tes el porqué de esta obse­sión (pasión) por la expe­ri­en­cia mens­trual. Te cuento:

Mi obje­tivo es que todas las perso­nas mens­tru­an­tes puedan vivir su cuerpo y su ciclo mens­trual desde el auto­co­no­ci­mi­ento y, por supu­esto, desde el placer.

Acabé agotada de odiar tanto a mi cuerpo y a mi ciclo. Harta de escon­der mis compre­sas, de omitir mi mens­tru­a­ción aun con dolo­res, de ser una desco­no­cida para mí misma, de demos­trar que « incluso en esos días » yo era tan o más capaz que un hombre, de estar pletó­rica un día y destro­zada al otro y no saber el motivo. Dese­aba saber cuándo podía quedarme emba­ra­zada y cuándo no, quería preve­nir enfer­me­da­des, buscaba no sufrir durante cinco días al mes, me moría por saber que yo contro­laba, al menos, algo de mí. En defi­ni­tiva quería reapro­pi­arme de mi cuerpo. Para ello tuve que cono­cerme y, por supu­esto, cono­cer mi entorno cultu­ral para saber en qué lugar se ubicaba mi cuerpo (vestido de) mujer.

El obje­tivo peda­gó­gico prin­ci­pal se refi­ere a la adqui­si­ción y desar­ro­llo de las sigui­en­tes compen­ten­cias:

(Re) cono­ci­mi­ento del funci­o­na­mi­ento del ciclo mens­trual/ovula­to­rio en el propio cuerpo; Compren­sión del simbó­lico (cultu­ral) que rodea a la expe­ri­en­cia mens­trual ubicada; Habi­li­da­des de crítica y refle­xión que permi­tan habi­tarse de una forma autó­noma e inter­de­pen­di­ente; Gene­ra­ción de cono­ci­mi­ento en torno a la expe­ri­en­cia mens­trual propia y colec­tiva; Apli­ca­ción de ese cono­ci­mi­ento en el día a día; Prác­tica del auto­cui­dado (self-care) así como de cuidado colec­tivo con otros cuer­pos mens­tru­an­tes. Estas compe­ten­cias están total­mente orien­ta­das a gene­rar una cultura de cuida­dos para todos los cuer­pos.

Las propu­es­tas están diseña­das para que cada una de noso­tras sea sujeto activo en la inves­ti­ga­ción de su propio cuerpo y que cada una poda­mos gene­rar cono­ci­mi­ento desde nues­tra propia expe­ri­en­cia, para habi­tar­nos más allá del tabú mens­trual o de la ‘supe­ra­ci­ón’ mens­trual. Como peda­goga propongo inver­tir la pirá­mide del cono­ci­mi­ento, esa en la que unos pocos exper­tos enseñan cómo es ‘el cuer­po’ a las muje­res, por la de que cada mujer o persona mens­tru­ante conozca unas bases desde donde pueda reco­no­cerse y desde ahí, nombrase y expli­carse para poder, no sólo habi­tarse sin comple­jos ni vergüen­zas, sino también darse voz, hacerse pala­bra y crear un cuerpo de cono­ci­mi­ento que sirva para crear una cultura mens­trual, en la que la expe­ri­en­cia de todas las perso­nas mens­tru­an­tes (muje­res o no) sume.

¿Algo más que contarte?

Pues ¡un montón de cosas! pero es mejor que curi­o­sees a tus anchas por toda la web.

Si después de esto, no te queda muy claro a qué me dedico, puedes leer este artí­culo donde te explico por qué la educa­ción no ocurre comprando cursos y por qué nece­si­ta­mos la Peda­go­gía en nues­tra vida. O bien puedes bucear en mi página de autora o en mi IG.

Pero esto acaba hoy y aquí.

Dos sába­dos al mes tienes en tu buzón el ticket de vuelta a tus carnes more­nas.

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Una de las ilus­tra­ci­o­nes de ‘Soy 1 Soy 4’. Foto: Luisa Jara