plato del día: El alimento para los cuidados digitales

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¡Bien­ve­nide a nues­tro restau­rante de cuida­dos digi­ta­les! ¡Aquí puedes confiar en lo que estás consu­mi­endo y elegir lo que más te gusta de nues­tro menú digi­tal!

Ven a descu­brir y a disfru­tar de cada plato de nues­tro menú, pero primero elige tu tipo de plato del día

Quizás ya has oído hablar sobre la alimen­ta­ción como un acto polí­tico y revo­lu­ci­o­na­rio. A través de acci­o­nes como, el fomento de la agri­cul­tura fami­liar o local, la produc­ción orgá­nica, el cuidado del medio ambi­ente y el respeto a los hábi­tos cultu­ra­les de un terri­to­rio y su pobla­ción es posi­ble lograr esa dimen­sión polí­tica de la que tanto se habla. Pero es impor­tante recor­dar que parte de esta respon­sa­bi­li­dad, también debe estar en manos del Estado, que, al garan­ti­zar la sobe­ra­nía alimen­ta­ria, también garan­tiza la salud y la cali­dad de vida de su pueblo.

Pero ¿alguna vez te has pregun­tado qué acci­o­nes invo­lu­cran la dimen­sión polí­tica en el uso de las tecno­lo­gías?

Plato del día es una inici­a­tiva que nos invita a todes a refle­xi­o­nar y, también brinda alter­na­ti­vas para que tú adop­tes prác­ti­cas para un uso más salu­da­ble de las tecno­lo­gías. Es una invi­ta­ción a trans­for­mar tu rela­ción con los medios digi­ta­les en un acto polí­tico y soli­da­rio, lleno de conci­en­cia crítica, hábi­tos y elec­ci­o­nes que te permi­tan cuidar tu salud y segu­ri­dad digi­tal.

Alimen­ta­ción y cuidado digi­tal, como afecto y poten­cia

Comer forma parte de nues­tro día a día y va mucho más allá de satis­fa­cer un placer o una nece­si­dad bioló­gica, aunque son dimen­si­o­nes muy impor­tan­tes, es mejor si puedes elegir lo que comes. Redu­cir los daños a la salud perso­nal y al planeta, está direc­ta­mente rela­ci­o­nado con estas elec­ci­o­nes: consu­mir menos alimen­tos proce­sa­dos, menos grasas satu­ra­das, menos conser­van­tes, optar por alimen­tos que proven­gan direc­ta­mente de quie­nes los produ­cen, culti­vos que no enve­ne­nan la tierra y el agua, alimen­tos loca­les que no nece­si­tan ser trans­por­ta­dos a largas distan­cias, conta­mi­nando el medio ambi­ente con el uso de combus­ti­bles, evitando el uso de semi­llas trans­gé­ni­cas y el mono­po­lio de las gran­des empre­sas y conglo­me­ra­dos agroin­dus­tri­a­les. Y, sin embargo, pode­mos hablar de la dimen­sión del cuidado, cuando coci­na­mos diari­a­mente nues­tra comida y sabe­mos cómo fue prepa­rada, qué conti­ene real­mente este plato, pode­mos trans­for­mar nues­tra comida en ritu­a­les diarios de placer, crea­ti­vi­dad, aten­ción, cariño y cuidado inte­gral con noso­tros, con nues­tra comu­ni­dad y con el planeta. Puede y debe haber mucho afecto invo­lu­crado.

Al igual que la comida, nues­tra rela­ción con los medios digi­ta­les implica dife­ren­tes dimen­si­o­nes que van mucho más allá de la comu­ni­ca­ción y el ocio. Hay muchas simi­li­tu­des entre la alimen­ta­ción y el uso de tecno­lo­gías. Pode­mos (y debe­mos) pensar en la segu­ri­dad de nues­tra infor­ma­ción perso­nal y profe­si­o­nal, la segu­ri­dad de nues­tros datos, la garan­tía del dere­cho a la inti­mi­dad, nues­tra auto­no­mía y, sobre todo, el dere­cho a elegir, que puede ir mucho más allá de lo que las gran­des empre­sas tecno­ló­gi­cas nos ofre­cen y muchas veces nos condi­ci­o­nan.

Cuando habla­mos de segu­ri­dad digi­tal, muchas veces nos encon­tra­mos con gran­des desa­fíos, así como en la alimen­ta­ción, sin embargo exis­ten formas de trans­for­mar esta rela­ción, como por ejem­plo: hacer uso de tecno­lo­gías alter­na­ti­vas que garan­ti­cen nues­tra segu­ri­dad y no roben nues­tra infor­ma­ción, como las apli­ca­ci­o­nes de código abierto; esti­mu­lar y apoyar los proyec­tos de desar­ro­llo tecno­ló­gico que se reali­cen en nues­tro país, valo­rando los cono­ci­mi­en­tos y tecno­lo­gías loca­les; forta­le­cer los grupos de defensa de los dere­chos digi­ta­les y el cumpli­mi­ento legal por parte de las empre­sas de tecno­lo­gía digi­tal y el Estado; y entre muchas otras formas de forta­le­cer esta cadena de disrup­ción de la lógica del mercado, ayudán­do­nos a trans­for­mar nues­tra rela­ción perso­nal con la tecno­lo­gía en algo más salu­da­ble, poten­ci­ando redes y servi­cios que acari­cien y compar­tan los mismos valo­res que los nues­tros.

También pode­mos crear ritu­a­les diarios para que esta rela­ción nos propor­ci­one más placer, apren­di­zaje y nos permita estar en el entorno digi­tal de una forma más segura, libre, justa y autó­noma.

Te invi­ta­mos a descu­brir y disfru­tar cada elemento de nues­tro menú de cuida­dos digi­ta­les. ¡Aquí en nues­tro restau­rante puedes confiar en lo que estás consu­mi­endo y elegir lo que más te gusta de nues­tro menú digi­tal! ¡Com­parte con amigues, fami­li­a­res y seres queri­dos!

La revo­lu­ción puede empe­zar en el plato y llegar a nues­tros celu­la­res y compu­ta­do­ras, ¡pero no tiene por qué acabar ahí! ¡Buen prove­cho!