Software libre, cooperativismo y feminismo en la experiencia de la TUSL

En el marco de una serie de encu­en­tros orga­ni­za­dos por la Direc­ción de Econo­mía Social del Minis­te­rio de Produc­ción, Cien­cia y Tecno­lo­gía del Gobi­erno de la Provin­cia de Santa Fe, la Tecni­ca­tura Univer­si­ta­ria en Soft­ware Libre parti­cipó de la vide­o­con­fe­ren­cia “Coope­ra­ti­vismo, género y soft­ware libre. Apor­tes y mira­das” presen­tando la expe­ri­en­cia de la carrera en torno a la temá­tica de la jornada. Este texto recoge los prin­ci­pa­les puntos de esa presen­ta­ción.

La Tecni­ca­tura Univer­si­ta­ria en Soft­ware Libre es una carrera que funci­ona en la Facul­tad de Inge­ni­e­ría y Cien­cias Hídri­cas de la Univer­si­dad Naci­o­nal del Lito­ral, y que se dicta en moda­li­dad comple­ta­mente virtual, en el área de Educa­ción a Distan­cia. La carrera tiene como objeto de estu­dio, de enseñanza, de apren­di­zaje al soft­ware libre pensado desde y en distin­tos campos. Pero el primer desa­fío con el que se encu­en­tra quien ingresa a la carrera es con una idea de soft­ware libre que supera ampli­a­mente las defi­ni­ci­o­nes tradi­ci­o­na­les.

En primer lugar, hay una propu­esta de despren­der­nos de las defi­ni­ci­o­nes acota­das a lo técnico que limi­tan al soft­ware libre a un tipo de programa, un tipo de siste­mas opera­ti­vos o a una herra­mi­enta. Otro aspecto impor­tante a mirar críti­ca­mente es cual­quier premisa que piense a las tecno­lo­gías como un compo­nente neutral o ajeno a las rela­ci­o­nes de poder que atra­vi­e­san a nues­tra soci­e­dad.

Sabe­mos que, en sus inicios, el soft­ware libre le hizo frente a otras formas de cons­truir tecno­lo­gías y cono­ci­mi­ento sobre las tecno­lo­gías con las cuatro liber­ta­des como marca distin­tiva. Pero enten­de­mos esa defi­ni­ción en un contexto geográ­fico espe­cí­fico -muy lejano al nues­tro- y en un momento de la histo­ria, hace más de 35 años, también espe­cí­fico. Esto no quiere decir que descar­te­mos las cuatro liber­ta­des sino que busca­mos pensar y enten­der al soft­ware libre en el contexto lati­no­a­me­ri­cano contem­porá­neo, atra­ve­sado por distin­tos signi­fi­ca­dos de las tecno­lo­gías: polí­ti­cos, econó­mi­cos y cultu­ra­les. Y en ese sentido, la defi­ni­ción inicial tiene que ser más amplia y situ­ada.

Cumbre Argen­tina de Redes Comu­ni­ta­rias 2019 | Niam­fri­fruli, CC BY-SA 4.0

Tomando como punto de partida el interés por garan­ti­zar las liber­ta­des o los dere­chos de quie­nes usan y desar­ro­llan soft­ware, se fue cons­truyendo a nivel regi­o­nal un movi­mi­ento social, un sistema de valo­res y una mirada ética sobre la tecno­lo­gía, sobre el cono­ci­mi­ento y sobre las rela­ci­o­nes soci­a­les. Desde esta pers­pec­tiva se plan­tea la propu­esta forma­tiva de la TUSL.

Esta manera de enten­der al soft­ware libre nos acerca nece­sa­ri­a­mente a otros movi­mi­en­tos soci­a­les con los que compar­ti­mos un interés por demo­cra­ti­zar el acceso al cono­ci­mi­ento y a los recur­sos, por mejo­rar las condi­ci­o­nes de vida de las perso­nas y por cons­truir víncu­los soci­a­les más igua­li­ta­rios.

Hay dos arti­cu­la­ci­o­nes que se plan­tean fuer­te­mente en el momento actual, que tienen lugar con el movi­mi­ento femi­nista / trans­fe­mi­nista y con el coope­ra­ti­vismo. No se rele­gan o no se anulan otras arti­cu­la­ci­o­nes pero -por la coyun­tura actu­al– son éstas dos las que apare­cen de forma más contun­dente y con quie­nes hemos avan­zado más en las luchas compar­ti­das.

¿Cuá­les son los puntos de encu­en­tro?

En primera instan­cia, como menci­o­naba antes, hay un obje­tivo común en la demo­cra­ti­za­ción del cono­ci­mi­ento, en la sobe­ra­nía y en la reci­pro­ci­dad y el compar­tir como forma de rela­ción social prima­ria que los tres movi­mi­en­tos sostu­vi­e­ron siem­pre desde abor­da­jes espe­cí­fi­cos y a partir de los cuales se pueden pensar abor­da­jes de manera inte­grada o arti­cu­lada.

A su vez, al soft­ware libre le viene parti­cu­lar­mente bien este vínculo porque hay dos gran­des mitos o prejui­cios con los que tene­mos que lidiar a diario: por un lado, que las tecno­lo­gías y más espe­cí­fi­ca­mente el universo hacker es « cosa de varo­nes », y por otro lado, que no se puede vivir del soft­ware libre.

8M Paraná 2019 | Paula Kinds­va­ter, CC BY-SA 4.0

Enton­ces, por un lado, el movi­mi­ento femi­nista -y en el ámbito acadé­mico, las teorías femi­nis­tas de la tecno­lo­gía- vienen a cues­ti­o­nar el andro­cen­trismo y la confor­ma­ción de espa­cios mascu­li­ni­za­dos y a darnos herra­mi­en­tas para que poda­mos repen­sar esos pará­me­tros, de manera que la liber­tad y los dere­chos de los que habla­mos no encu­en­tren barre­ras en térmi­nos de género.

Y a su vez, la forma de orga­ni­za­ción del soft­ware libre por exce­len­cia son las comu­ni­da­des donde, a mayor o menor escala, los proyec­tos se enca­ran de manera cola­bo­ra­tiva, hori­zon­tal y muchas veces auto­ges­ti­o­nada. En ese sentido, el aporte de los movi­mi­en­tos de la econo­mía social es clave para mostrar cómo esa forma de trabajo coope­ra­tivo puede ser orga­ni­zado de manera que también sea susten­ta­ble.

¿De qué manera se concreta esta arti­cu­la­ción entre el soft­ware libre, el femi­nismo y el coope­ra­ti­vismo en la propu­esta forma­tiva de la TUSL?

En primer lugar, esta arti­cu­la­ción se mani­fi­esta en los conte­ni­dos de las mate­rias, ya sea de forma explí­cita como de forma implí­cita. Es decir, algu­nas mate­rias abor­dan aspec­tos del coope­ra­ti­vismo y del femi­nismo en rela­ción con el soft­ware libre como parte de su tema­rio, mien­tras que otras asig­na­tu­ras que tratan o incor­po­ran estos temas de manera trans­ver­sal, ya sea desde la pers­pec­tiva teórico-prác­tica, desde los ejem­plos, desde los mate­ri­a­les de trabajo.

En esta dimen­sión hay una cues­tión clave: no pode­mos enseñar valo­res que no vivi­mos. Es decir, se puede trans­mi­tir o expli­car de manera teórica qué signi­fica la demo­cra­ti­za­ción del cono­ci­mi­ento, la igual­dad de género o el trabajo coope­ra­tivo. Pero el acti­vismo, el compro­miso con esos obje­ti­vos, lo pode­mos incen­ti­var o desper­tar si lo prac­ti­ca­mos, no alcanza sólo con la teoría.

Cumbre Argen­tina de Redes Comu­ni­ta­rias 2019 | Niam­fri­fruli, CC BY-SA 4.0

En segundo lugar, la tecni­ca­tura orga­niza regu­lar­mente jorna­das, encu­en­tros y talle­res sobre distin­tas temá­ti­cas. Y estos even­tos son muy impor­tan­tes porque como la carrera se cursa comple­ta­mente a distan­cia y de manera bastante asin­cró­nica, la posi­bi­li­dad de encon­trar­nos es una instan­cia funda­men­tal para confor­mar­nos como comu­ni­dad.

Entre esta serie de encu­en­tros, se reali­zan anual­mente las Jorna­das de Género y Soft­ware Libre que este año van a tener su tercera edición en formato virtual. Se trata de un evento que dura dos días y que reúne a acti­vis­tas del soft­ware libre, del femi­nismo y del coope­ra­ti­vismo para compar­tir expe­ri­en­cias, para discu­tir las problemá­ti­cas propias de estos movi­mi­en­tos y para pensar proyec­tos conjun­tos.

Elegir Liber­tad – I Jorna­das de Género y Soft­ware Libre – Santa Fe | Titi­Ni­cola, CC BY-SA 4.0

Y un tercer aspecto en el que se concreta la arti­cu­la­ción del soft­ware libre con los movi­mi­en­tos coope­ra­ti­vis­tas y femi­nis­tas es en el Trabajo Final de la carrera. La instan­cia curri­cu­lar con la que fina­liza el plan de estu­dios consiste en la elabo­ra­ción de un proyecto de imple­men­ta­ción de soft­ware libre en orga­ni­za­ci­o­nes soci­a­les. En las cohor­tes ante­ri­o­res, esta vincu­la­ción era auto­ges­ti­o­nada por cada estu­di­ante; desde este año los docen­tes a cargo de esta mate­ria esta­ble­ci­e­ron previ­a­mente el contacto con una serie de orga­ni­za­ci­o­nes con quie­nes se propone a les estu­di­an­tes armar de forma conjunta este proyecto de imple­men­ta­ción.

Almu­erzo de la comu­ni­dad de la TUSL – Dici­em­bre 2018

 

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