Por qué la violencia sexual del metaverso es tan grave como la de la vida 'offline'

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Numerosas denuncias de acoso sexual en el mundo virtual ponen de manifiesto la urgencia de que la ley haga algo al respecto. ¿Por qué lo que le ocurre a nuestro avatar nos afecta psicológicamente?

La psicoterapeuta e investigadora británica Nina Jane Patel fue asaltada sexualmente en el metaverso tras llevar en el espacio virtual apenas un minuto. Por su parte Chanelle Siggen se puso sus gafas de realidad virtual Oculus Quest dispuesta a disfrutar de su juego preferido, Population One, para descubrir lo pronto que el juego pronto se transformaría en una pesadilla, pues su avatar no tardó en sufrir la misma suerte que el de Patel. Ambas decidieron contar sus historias, que desafortunadamente, no son casos aislados. Nina explicaba cómo una serie de avatares masculinos se aprovecharon de su avatar mientras tomaban fotografías del abuso. Por más que meta quiera hacer de los espacios virtuales, como Horizon Worlds y VRChat, lugares seguros, sorprende ver cómo el universo online funciona como un claro reflejo del físico. Sin ir más lejos, en la última app existen cuartos tan inocentes como un restaurante de McDonald's, pero también salas con bailes eróticos y striptease donde a raíz de una investigación llevada a cabo por BBC News, la Asociación Británica para la Prevención de la Crueldad contra la Niñez señaló la urgencia de las mejoras a la seguridad online. Pero, ¿cómo podrían adoptarse estas mejoras? ¿Qué penalización tendría una violación virtual? En el programa ‘¿Lo hablamos?’, la periodista Noemí Casquet se plantea esta espinosa e importante cuestión. "La cantidad de abuso y de acoso que puede generarse en el metaverso simplemente porque ahí no está regulado. Puede impactarte a nivel emocional", asegura.

Las grietas del metaverso

 

"El metaverso es un oasis para el odio y la pornografía"



Imran Ahmed, presidente de Center for Countering Digital Hate, una organización sin ánimo de lucro londiense que se centra en grupos de odio y en individuos peligrosos para apartarlos de las redes, coincide en señalar que el metaverso no es un lugar seguro. “Cuando su CEO, Mark Zuckerberg, lo lanzó, aseguró que la privacidad y la seguridad estarían en el centro de la realidad virtual. Sin embargo, nuestras investigaciones indican que al contrario de lo que prometió, el metaverso es un oasis para el odio y la pornografía. Según nuestro estudio, conecta a usuarios con depredadores, exponiéndolos así a contenido potencialmente peligroso cada siete minutos”, explica.

En la web oficial de Oculus aseguran que los desarrolladores del metaverso están trabajando por incrementar la seguridad, aunque siempre se topan con las mismas limitaciones. “Nos encargamos de revisar todas las opiniones de las apps de Oculus Store, y podemos levantar la mano e ir subiendo la severidad de las advertencias sobre las aplicaciones que han sido identificadas como potencialmente tóxicas y hacia los consumidores que se involucran en comportamientos tóxicos en las aplicaciones. Estamos trabajando en aumentar la visibilidad de bloquear, silenciar y prohibir”, explica… Antes de que venga el gran pero. “Por supuesto, hay limitación es respecto a lo que podemos hacer. Por ejemplo, no podemos grabar todo lo que ocurre en la realidad virtual de forma indefinida, porque violaría la privacidad de las personas y terminaríamos por quedarnos sin memoria, aseguran.

 

El metaverso como espejo

"Lo que ocurre en el metaverso tiene impacto en tu vida física, porque no son dos cosas separadas"

Quienes han sufrido ataques sexuales en el metaverso coinciden al asegurar que siempre se enfrentan con personas que les aseguran que lo que ocurre en el mundo virtual no es equiparable con lo que acontece en el plano físico. Para comprender esta reacción, así como la falta de protección a la que tantas personas se enfrentan, hablamos con Ona, de Donestech, un colectivo que investiga e interviene en el campo de las mujeres y las nuevas tecnologías. Lo que ocurre en el metaverso tiene impacto en tu vida física, porque no son dos cosas separadas. El offline y el online son hoy en día una misma realidad: se le llama onlife, asegura. Teniendo en cuenta que la legislación todavía es débil, y que las acciones acontecidas en el mundo virtual tienen reflejo en la dimensión física, la impunidad legal podría desencadenar en el desamparo de innumerables víctimas. “Por un lado hemos de tener consciencia de las estructuras patriarcales digitales que facilitan estas violencias, porque les dan dinero. Por otro lado, aprender a distinguirlas, pues hay mucha gente que no es consciente de que está sufriendo violencia y de que su impacto existe. Por último, tenemos que presionar a las administraciones para que cambien la legislación, explica Ona, que se congratula de que en Cataluña se haya logrado una nueva legislación que ya considera las violencias machistas digitales como violencia machista.

El papel de la mujer en la tecnología y en el poder

Por supuesto, le pedimos que nos explique a qué se refiere al asegurar que a la estructura patriarcal le compensa económicamente este vacío legal. ¿Sería un universo online seguro para las mujeres menos beneficioso para ellos? “No solo le da dinero, sino que los altos cargos son todos hombres cis que como no sufren esas violaciones, no les dedican tiempo a resolverlo. Ahora hay muchas campañas y plataformas que quieren aumentar el papel de las mujeres en el universo tecnológico. Veo entonces que es muy necesario que seamos más en ese campo para defender nuestros derechos. Si queremos un mundo digital inclusivo, lo hemos de crear con la visión de todo el mundo, porque de lo contrario, estará mal. Están entrando programadoras, pero no tienen poder decisorio en la arquitectura”, comenta.

"Necesitamos a la otra mitad si realmente queremos que la tecnología sea diversa e inclusiva"

Por su parte Anaïs Pérez, Directora de Comunicación de Google España y Portugal, señala en ‘Yo, jefa’, la necesidad de que las mujeres se adentren por ello en el mundo tecnológico. “Necesitamos a la otra mitad si realmente queremos que la tecnología sea diversa e inclusiva. Y sin las mujeres no podemos lograrlo".

Si el objetivo de la realidad virtual es que el sistema nervioso crea estar viviendo lo que allí acontece como si estuviera sucediendo en el exterior, un asalto virtual afectará a la experiencia emocional y psicológica de la víctima pese a que su cuerpo físico no haya sido tocado. Hablamos entonces del efecto Proteus, que es la tendencia de las personas a verse afectadas por sus representaciones digitales. Este efecto comienza a tomar fuerza ante la incapacidad de diferenciar lo real de lo ficticio, por lo que las experiencias de sus representaciones digitales en el mundo virtual son sentidas como propias. Así, el avatar deja de ser un personaje para devenir en el “yo”, por lo que una violación en el metaverso puede tener consecuencias emocionales y psicológicas similares a una violación física.



Por ello es necesario contar con más programadoras, barrer la misoginia de los puestos de poder y por supuesto, apostar por una educación feminista sin la cual será imposible la existencia de un metauniverso igualitario y seguro, y por supuesto, de un planeta en el que avanzar sin miedo y con total seguridad.

 

Por Foto: Mads PerchGetty Images