La Fiscalía de Washington demanda a Mark Zuckerberg por el escándalo de Cambridge Analytica

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La Fisca­lía del Distrito de Colum­bia, donde se encu­en­tra la capi­tal de EEUU, Washing­ton, ha deman­dado este lunes al conse­jero dele­gado de Meta, Mark Zucker­berg, por el escán­dalo de priva­ci­dad con datos de usua­rios de Face­book prota­go­ni­zado por Cambridge Analy­tica.

A medi­a­dos de la década pasada, la consul­tora britá­nica Cambridge Analy­tica utilizó una apli­ca­ción para reco­pi­lar millo­nes de datos de inter­nau­tas de Face­book sin su consen­ti­mi­ento y con fines polí­ti­cos.

La empresa se sirvió de datos de la plata­forma para elabo­rar perfi­les sico­ló­gi­cos de votan­tes, que vendi­e­ron a la campaña del expre­si­dente de EEUU Donald Trump durante las elec­ci­o­nes de 2016, entre otros.

Al anun­ciar la quere­lla este lunes, el fiscal gene­ral del Distrito de Colum­bia, Karl Racine, ha asegu­rado que sus pesqui­sas apun­tan a que Zucker­berg tuvo una « parti­ci­pa­ción directa » en los erro­res de priva­ci­dad que permi­ti­e­ron a Cambridge Analy­tica llevar a cabo sus acti­vi­da­des.

« Deman­da­mos a Mark Zucker­berg por su papel en las engaño­sas prác­ti­cas de priva­ci­dad de Face­book y por su inca­pa­ci­dad para prote­ger los datos de millo­nes de usua­rios », ha indi­cado Racine en su cuenta de Twit­ter.

El fiscal gene­ral ha asegu­rado dispo­ner de muchas prue­bas contra Zucker­berg y ha justi­fi­cado la quere­lla centrada en la figura más desta­cada de Meta porque, a su juicio, las conse­cu­en­cias de saltarse la ley deben recaer no solo sobre las empre­sas, sino también sobre sus ejecu­ti­vos.

La demanda ha sido presen­tada ante la Corte Supe­rior del Distrito de Colum­bia.

Esta es la segunda vez que Racine trata de impli­car direc­ta­mente al conse­jero dele­gado de Meta en sus bata­llas lega­les contra la empresa, después de que en 2018 ya se quere­llase contra la firma e inten­tase perso­na­li­zar la acusa­ción en Zucker­berg, algo que el juez deses­timó.

Tras el revu­elo causado a raíz de la reve­la­ción de Cambridge Analy­tica en marzo de 2018, la red social abrió una inves­ti­ga­ción interna sobre cómo usan los datos de los usua­rios las apli­ca­ci­o­nes con las que habi­tu­al­mente traba­jaba o con las que mante­nía acuer­dos, y terminó suspen­di­endo varias de ellas.

El de Cambridge Analy­tica es sólo uno de los múlti­ples escán­da­los en que Meta (hasta el año pasado cono­cida como Face­book) se ha visto envu­elta en los últi­mos años, siendo el más reci­ente de ellos la filtra­ción de docu­men­tos inter­nos a la prensa por parte de una exem­ple­ada, Fran­ces Haugen, el año pasado.

En esos docu­men­tos se revela que la empresa de Menlo Park (Cali­for­nia, EEUU) ante­pone sus bene­fi­cios a la segu­ri­dad de los usua­rios y oculta que sus plata­for­mas son noci­vas para los meno­res, espe­ci­al­mente las adoles­cen­tes, entre otras cosas.

 

Foto: Chris­tophe SIMON | AFP