Engaño y violación de datos: cómo opera el activismo antiaborto

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La organización estadounidense Heartbeat International tiene presencia en más de 60 países. A través de sus afiliados internacionales recopilan datos de mujeres que buscan información sobre aborto en internet y las contactan para evitar que interrumpan sus embarazos. 13/11/2019

Por Stephanie Demirdjian. Ilustración: Luciana Peinado – La Diaria.

“Bienvenida a la red mundial más grande de organizaciones de ayuda para el embarazo”, reza el primer cartel que salta a la vista en el inicio de la página web. Una navegación un poco más profunda termina de definir a esta red estadounidense, llamada Heartbeat International, como una “asociación cristiana sin fines de lucro” y “pro vida”, que tiene como misión “hacer que el aborto sea indeseado hoy e impensable para las futuras generaciones”.

Lo que no aparece después de ningún clic es que, por medio de sus miles de afiliados internacionales, la red se dedica a recopilar datos de mujeres que buscan información sobre el aborto, contactarlas de alguna manera e intentar convencerlas de que no interrumpan su embarazo, tal como advirtió la organización civil británica Privacy International (PI) en un informe publicado a fines de julio.

Heartbeat International –que se creó en 1971 bajo el nombre Alternatives to Abortion International– cuenta hoy con cerca de 2.700 organizaciones afiliadas en más de 60 países, en las que trabajan alrededor de 8.300 voluntarios. De acuerdo con el sitio web, entre los afiliados hay clínicas médicas y centros de recursos “para atender embarazos”, hogares de maternidad y agencias de adopción. Pero en la lista también hay organizaciones civiles y religiosas, según pudo confirmar la diaria.

Lo que la organización británica denuncia en el informe “Cómo el activismo antiaborto está explotando los datos” es la manera en la que Heartbeat International alienta a esas organizaciones antiaborto a desarrollar “programas intrusivos de recolección de datos y sistemas de marketing digital” dirigidos hacia quienes acuden a los llamados “centros de crisis de embarazo”, que “a veces se disfrazan de instalaciones médicas autorizadas y que han sido criticados por proporcionar información falsa y engañosa a quienes buscan ayuda médica”. Estos centros se publicitan como lugares de asesoría para mujeres embarazadas pero, en realidad, allí operan grupos conservadores que intentan convencerlas de que no aborten. Por lo general, dice PI, estas organizaciones “están impulsando la desinformación a través de plataformas publicitarias”.

“En países donde hay oposición a los derechos reproductivos, así como a leyes de privacidad de datos limitadas, existe un riesgo significativo de que los datos de las personas sean explotados en un intento de restringir los derechos reproductivos”, asegura el informe de PI, que se dedica desde hace casi tres décadas a promover el uso responsable de las tecnologías vinculadas a los datos e investigar las violaciones al derecho a la privacidad por parte de gobiernos y corporaciones.

Heartbeat International brinda a las organizaciones afiliadas el acceso a tres servicios principales: Extend Web Services, el servicio de diseño web y marketing digital de la red; Option Line, su línea telefónica de ayuda para mujeres “con un embarazo inesperado”; y su sistema de gestión de contenido llamado Next Level, que “aprovecha el poder de los grandes datos” y brinda a los centros antiaborto “la capacidad de ingresar y acceder a información en cualquier lugar en cualquier momento”, según se lee en la página.

La asociación estadounidense también ofrece cursos de capacitación con títulos elocuentes como “8 pasos para avanzar en su estrategia de redes sociales”, “7 claves para Google Ad Grants”, “marketing en buscadores 101” y “marketing online”. Quienes están afiliados tienen descuento en estos cursos, visiblemente orientados al manejo de datos, publicidad e información online.

La clave está en los datos

“Creemos que juntos somos mejores, y también lo son nuestros datos. Conocer las tendencias en tiempo real de la comunidad más grande que defiende la vida es una puerta de entrada crucial, pero todavía sin explotar, para un éxito revolucionario a nivel local”, dice Heartbeat International en el sitio web y da pistas bastante claras sobre cuál es la estrategia a la que apuesta para captar mujeres embarazadas. En el inicio de la página, se destacan los tres servicios principales con los links a sus respectivos sitios web.

Extend Web Services se dedica desde 2007 a crear herramientas de diseño y sitios web para centros provida. “Ella está buscando en internet. Esté allí para ella”, dice el mensaje que se muestra en la página de inicio, acompañado por la foto de una mujer que parece estar explorando internet en una laptop. Abajo del texto hay un botón que dice “Aprende cómo” que lleva a conocer “local search” (búsqueda local), presentada como una herramienta digital para “alcanzar mujeres en crisis online en donde sea que estén”. En la parte en la que se expone la misión de la compañía dice: “Somos expertos en asegurarnos de que su sitio web atraiga al cliente con mentalidad abortista y represente a su centro de una manera que haga que sus clientes se sientan cómodos con el servicio que recibirán”.

En el informe, PI afirma que el diseño del sitio Extend Web Services y otras herramientas muestran que quienes están a cargo saben bien cómo comunicarse con las personas que buscan información sobre el aborto en internet. “La extensa recopilación de datos de quienes trabajan en centros de atención y crisis sobre personas que buscan información o procedimientos de aborto podría ser increíblemente valiosa para empresas como Extend, al perfeccionar sus técnicas y plantillas de orientación online”, manifiesta la organización británica.

PI revela, por otro lado, que Extend Web Services ofrece asistencia a los centros antiaborto para obtener la subvención de adwords de Google para organizaciones sin fines de lucro. Y asegura que a principios de este año otra red pro vida recibió anuncios gratuitos de Google por un valor de 150.000 dólares, lo que permitió que las organizaciones conservadoras publiquen “anuncios engañosos” que van en contra de las políticas de la compañía.

Option Line es un sitio web que ofrece servicio de chat, línea telefónica y correo electrónico, y que fue desarrollado por Heartbeat International para su implementación en sitios web antiaborto. Lo primero que aparece al ingresar a la página es un cartel que en letra negrita y mayúscula interpela: “¿Embarazada? Viniste al lugar indicado”. Al mismo tiempo, en la parte inferior derecha, se abre una ventana de chat en la que una operadora pregunta: “Hola, ¿cómo puedo ayudarte?”. PI asegura en el informe que Extend Web Services incluye el servicio de chat de Option Line “en los paquetes del sitio web que proporciona de forma predeterminada y es visible en muchos de los sitios web antiaborto proporcionados a los centros por Extend”.

Option Line es una de las formas más fáciles de obtener datos. Antes de comenzar un chat, la interfaz requiere que la usuaria ingrese su nombre, información demográfica, ubicación geográfica y si ella o alguien de su entorno está considerando practicar un aborto. Sólo después de enviar esta información personal comienza el chat. PI consultó a un representante de Extend Web Services a dónde llegan los datos enviados antes y durante el chat, y quién tiene acceso a ellos. La respuesta fue: “Toda la información es segura dentro de Heartbeat International y sólo Heartbeat International tiene acceso a esta información”. Sus palabras no especifican quién tiene acceso a estos datos y tampoco aclara cómo la información se usa, cómo se almacena y por cuánto tiempo.

Lo cierto es que los términos de uso de Option Line establecen que “todas las observaciones” enviadas a través del sitio web, aparte de la información solicitada directamente, pueden ser utilizadas por la compañía “para cualquier y todos los propósitos” que considere “apropiados para la misión y visión de Option Line”. Para PI, esto podría ser “muy valioso para Heartbeat y sus organizaciones pro vida afiliadas. Por ejemplo, los representantes de las clínicas locales contra el aborto podrían dar el nombre de alguien que tiene ‘mentalidad de aborto’ e intentar comunicarse con ellos por otras vías”.

El tercer servicio de Heartbeat International, el llamado Next Level Center Management, se dedica directamente recopilar datos para los centros y las clínicas antiaborto. Dice en la página web: “Aprovechamos el poder de los grandes datos para hacer que los centros locales y las clínicas médicas sean lo más efectivos posible”.

El sistema parece unificar qué preguntas se les hace a las personas cuando buscan ayuda en un centro y centralizar la información que los visitantes de los centros antiaborto deben proporcionar durante su visita. El tipo de información que se recopila incluye nombre, dirección, correo electrónico, origen étnico, estado civil, tipo de vivienda, educación, fuente de ingresos, consumo de alcohol, cigarrillos y drogas, medicamentos e historial médico, historial de enfermedades de transmisión sexual, nombre de la persona o la organización de referencia, síntomas del embarazo, historial de embarazo e información de exámenes de salud.

La política de privacidad de Next Level establece que la compañía “puede compartir dicha información con afiliados, socios, proveedores u organizaciones contratadas de Next Level, o según sea legalmente necesario”, pero –resalta PI– no proporciona más información sobre cómo se comparte o analiza la información personal de las personas dentro y fuera de la red de Heartbeat.

Next Level también proporciona a los centros una aplicación para celulares que les da acceso a la información del cliente en todo momento y lugar porque, dice la página, “Dios a menudo te lleva a hacer ‘trabajo pro vida’ cuando estás lejos de la oficina”.

En Uruguay también

Los tentáculos de Heartbeat International se extienden por todos los continentes y alcanzan a Uruguay. Según se puede ver en la página, hay dos centros afiliados a la red en el país: las dos sedes del Centro de Ayuda para la Mujer (CAM) que funcionan en Montevideo y Salto.

Los CAM forman parte de una red latinoamericana pro vida que se presenta como de “ayuda a la mujer embarazada que ha decidido abortar, para que opte libremente por la aceptación de su maternidad, a efecto de proteger y preservar su dignidad, logrando repercutir en su familia y en su entorno familiar”, de acuerdo con el sitio oficial. En la realidad, la organización intenta captar de forma engañosa a mujeres embarazadas que se encuentran en una “situación desesperada” y manipularlas psicológicamente hasta lograr que desistan de abortar, como reveló un artículo del semanario Brecha publicado en marzo de 2018. En Argentina y Brasil hay un total de 28 organizaciones que aparecen como afiliadas a Heartbeat International: todas son filiales del CAM.

La lista publicada en la web de Heartbeat International incluye otras siete organizaciones uruguayas, todas ubicadas en la capital, que no aparecen como afiliadas. Una de ellas es Casa Lunas, una asociación civil que funciona como centro diurno de acompañamiento a adolescentes embarazadas y madres, y que trabaja en convenio con el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay.

También aparecen la organización cristiana evangélica Centro Vida Abundante; la fundación dedicada a tratar los problemas de adicción Espíritu, Alma y Cuerpo – Hogares Beraca; el Instituto de Ciencias Familiares del Uruguay –que se dedica a “anunciar la buena noticia del matrimonio y la familia”–; la organización Madrinas por la Vida –que atiende a “mujeres embarazadas en situación de riesgo” y se presenta como antiaborto–; Proyecto Esperanza, que atiende a personas que atravesaron un aborto para brindarles “sanación espiritual y emocional”; y el Centro de Promoción por la Dignidad Humana (Ceprodih).

Para entender cuál es el vínculo de estas otras organizaciones con la red estadounidense, la diaria se comunicó con la directora del Ceprodih, Adriana Abraham, quien aseguró que no sabía que integraba la lista de Heartbeat International y que tampoco conocía la organización. “Me da la sensación de que tanto Ceprodih como las demás asociaciones que no estamos afiliadas aparecemos allí por ser grupos que trabajamos con mujeres embarazadas”, dijo Abraham mientras miraba la lista, y agregó: “No es una cosa que me molesta”.