El salto: Transitar de la autodefensa digital hacia la infraestructura feminista

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Fembloc, una línea de aten­ción para aten­der las violen­cias machis­tas digi­ta­les, es un ejem­plo de cómo ir más allá de una estra­te­gia reac­tiva hacia la cons­truc­ción de plata­for­mas que permi­tan una mayor auto­no­mía y sobe­ra­nía sobre las deci­si­o­nes rela­ti­vas a los cuer­pos y los dere­chos digi­ta­les

Con motivo del Día Inter­na­ci­o­nal de la Elimi­na­ción de la Violen­cia contra la Mujer, desde Atenea Cyborg invi­ta­mos a Spide­ra­lex, reco­no­cida acti­vista femi­nista en el ámbito de la tecno­lo­gía, a presen­tar algu­nos proyec­tos de los cuales forma parte, Red Auto­de­fensa y Fembloc, que buscan no solo denun­ciar sino también comba­tir esa violen­cia en el ámbito digi­tal.

Si usas dispo­si­ti­vos elec­tró­ni­cos y nave­gas por la World Wide Web, es proba­ble que hayas sufrido los efec­tos de las violen­cias machis­tas digi­ta­les (VMD). Quizás las hayas expe­ri­men­tado direc­ta­mente en tus redes soci­a­les o, de manera más sutil, a través de soft­ware espía insta­lado para contro­lar tus movi­mi­en­tos; o puede que, indi­rec­ta­mente, hayas sido testigo de estas violen­cias hacia otras perso­nas con las que compar­tes espa­cios conec­ta­dos. El discurso de odio y las VMD se han vuelto tan frecu­en­tes que muchas perso­nas las equi­pa­ran a la expe­ri­en­cia misma de nave­gar por Inter­net.

El discurso de odio y las VMD se han vuelto tan frecu­en­tes que muchas perso­nas las equi­pa­ran a la expe­ri­en­cia misma de nave­gar por Inter­net.

Ahora bien, ¿y si Inter­net fuera una ciudad con sus calles, plazas, carre­te­ras, edifi­cios públi­cos y priva­dos, descam­pa­dos y monu­men­tos? ¿Y si cada vez que la recor­ri­e­ras para ir al trabajo o soci­a­li­zar reci­bi­e­ses o presen­ci­a­ses agre­si­o­nes machis­tas o insul­tos racis­tas, un día tras otro? No olvi­de­mos que muchas ciuda­des de asfalto también faci­li­tan este tipo de violen­cias, pero reivin­di­car que la calle sea de todas, de día y de noche, se ha vuelto parte de la agenda femi­nista de los últi­mos años. Enton­ces, si quere­mos una calle libre de violen­cias machis­tas, ¿por qué no pone­mos el mismo énfa­sis en pedir una Inter­net libre de VMD y discurso de odio? ¿Acaso senti­mos que gran parte de Inter­net y los espa­cios conec­ta­dos no son nues­tros? ¿O lo que ocurre es que nos parece una demanda inal­can­za­ble? ¿Quizás nos senti­mos alie­na­das de nues­tros dere­chos digi­ta­les? ¿O es que no sabe­mos por dónde comen­zar la recon­quista de esa ciudad en la que habi­tan nues­tras iden­ti­da­des conec­ta­das?

Gran parte de la Inter­net que tene­mos consiste en espa­cios conec­ta­dos diseña­dos para fomen­tar discur­sos y prác­ti­cas violen­tas que afec­tan de manera despro­por­ci­o­nada a las muje­res, perso­nas LGTBIQ+, acti­vis­tas y defen­so­ras de DD.HH., perso­nas neuro­di­ver­sas o con diver­si­dad funci­o­nal, traba­ja­do­ras sexu­a­les, perso­nas raci­a­li­za­das y perso­nas que son parte de una comu­ni­dad o cultura tradi­ci­o­nal­mente discri­mi­nada. Para todas ellas, las posi­bi­li­da­des de enfren­tar VMD o discurso de odio cuando habi­tan inter­net se multi­pli­can expo­nen­ci­al­mente.

Enton­ces, ¿quién hace frente a estas violen­cias, desde dónde y cómo lo hacen? Exis­ten muchos proyec­tos, inici­a­ti­vas y expe­ri­en­cias de auto­de­fensa femi­nista en Inter­net. Todas ellas confor­man una espe­cie de archi­pi­é­lago más o menos conec­tado de inici­a­ti­vas que persi­guen una Inter­net femi­nista, hecha de estra­te­gias de auto­de­fensa así como de infra­es­truc­tura autó­noma propia donde poder construir, expe­ri­men­tar y mante­ner espa­cios conec­ta­dos más segu­ros, amables, inclu­si­vos y diver­sos

Conte­ner teji­endo una red de auto­de­fensa

Invi­erno de 2018. En algún lugar de Cata­lu­nya, a lo largo de un fin de semana, treinta femi­nis­tas nos encon­tra­mos para compar­tir nues­tro trabajo y expli­car cómo damos apoyo desde una pers­pec­tiva femi­nista e inter­sec­ci­o­nal, cómo desar­ro­lla­mos talle­res de auto­de­fensa y cómo ofre­ce­mos recur­sos para iden­ti­fi­car y contrar­res­tar las VMD. Nos convo­ca­mos en un momento en el que senti­mos la nece­si­dad de tejer redes más fuer­tes, compro­bar si debe­rí­a­mos consen­suar agen­das y estra­te­gias, desar­ro­llar y mante­ner recur­sos de forma conjunta, crear grupos de trabajo trans­ver­sa­les para cola­bo­rar. A partir de este primer encu­en­tro, la Red de Auto­de­fensa Femi­nista Online nace y crece hasta estar compu­esta por 12 colec­ti­vas y varias acti­vis­tas femi­nis­tas indi­vi­du­a­les.

Pocos días antes de esta reunión, Vox acaba de irrum­pir con fuerza en las elec­ci­o­nes naci­o­na­les. Al igual que en otros países donde la extrema dere­cha está ganando terreno en las urnas, su agenda polí­tica está marcada por una guerra explí­cita contra las muje­res, las perso­nas LGTBIQ+, las inmi­gran­tes y las llama­das “ideo­lo­gía de género” y “cultura de la cance­la­ción”. Su modus operandi se basa en la difu­sión de torren­tes de odio y acoso desa­ta­dos en espa­cios digi­ta­les, plata­for­mas de medios soci­a­les y medios de comu­ni­ca­ción. La extrema dere­cha se solapa con la “manos­fera“ en Inter­net, permi­ti­endo a los supre­ma­cis­tas blan­cos, los incels, 4cha­ners, gamer­ga­tes y trolls patri­ó­ti­cos (volun­ta­rios o asala­ri­a­dos en las gran­jas de trolls) apren­der los unos de otros y repli­car estra­te­gias simi­la­res para rastrear, acosar y/o silen­ciar a sus “enemi­gos”.

Pero ¿qué ha ocur­rido desde los años noventa -cuando la World Wide Web tenía cierto poten­cial román­tico de revo­lu­ción y explo­ra­ción iden­ti­ta­ria- hasta ahora? Entre 2007 y 2014 se dio el salto a la web 2.0 asoci­ado con las nuevas posi­bi­li­da­des de crear y compar­tir conte­ni­dos fácil­mente dando pie al “prosu­mi­dory al surgi­mi­ento de servi­cios “gratui­tos” ofre­ci­dos por unas pocas empre­sas multi­na­ci­o­na­les (GAFAM-BATX), lo que hizo que gran parte de la pobla­ción, las insti­tu­ci­o­nes y la econo­mía pasa­ran a depen­der de unas pocas plata­for­mas para la gestión de sus comu­ni­ca­ci­o­nes, rela­ci­o­nes e iden­ti­da­des conec­ta­das. En el momento en que nues­tros datos y patro­nes de nave­ga­ción se convir­ti­e­ron en mercan­cías sobre las cuales los oligo­po­lios de la econo­mía digi­tal emer­gente podían gene­rar dinero, es cuando se gesta­ron las condi­ci­o­nes para una tormenta perfecta de miso­gi­nia y racismo en línea. También hay que recor­dar que esas empre­sas tecno­ló­gi­cas fueron crea­das por hombres, a menudo con un histo­rial probado de miso­gi­nia y sin ningún tipo de agenda rela­ci­o­nada con la defensa de los dere­chos huma­nos, y aún menos de los dere­chos de las muje­res o de las mino­rías cultu­ra­les.

En conse­cu­en­cia, estas plata­for­mas -sus inter­fa­ces, algo­rit­mos, condi­ci­o­nes de uso, polí­ti­cas de priva­ci­dad…- están diseña­das a propó­sito para faci­li­tar la vira­li­dad, la adic­ción, el sesgo, las burbu­jas de filtros, la pola­ri­za­ción, la discri­mi­na­ción y, para colmo, la mercan­ti­li­za­ción y mone­ti­za­ción del acoso y el discurso del odio en linea. Todos estos elemen­tos hacen muy difí­cil saber cómo gesti­o­nar y denun­ciar estas violen­cias, y en gene­ral la acti­tud más común entre las plata­for­mas ha sido la de eludir su respon­sa­bi­li­dad al permi­tir este tipo de violen­cias. En este punto quere­mos ser muy claras: Las VMD y el discurso de odio son funci­o­nes y resul­ta­dos direc­tos de la Inter­net comer­cial y centra­li­zada. No surgen de la nada o por casu­a­li­dad, sino que

respon­den a la lógica capi­ta­lista, patri­ar­cal y colo­ni­a­lista de las soci­e­da­des en las que vivi­mos. 

Las VMD y el discurso de odio son funci­o­nes y resul­ta­dos direc­tos de la Inter­net comer­cial y centra­li­zada. No surgen de la nada o por casu­a­li­dad, sino que respon­den a la lógica capi­ta­lista, patri­ar­cal y colo­ni­a­lista de las soci­e­da­des en las que vivi­mos. No cabe duda de que la centra­li­za­ción de la infra­es­truc­tura de Inter­net y las empre­sas que están detrás estas plata­for­mas han permi­tido que las VMD se convi­er­tan en algo endé­mico de la expe­ri­en­cia de nave­gar y expre­sarse en Inter­net.

Como bien nos recu­er­dan una y otra vez las ciber­fe­mi­nis­tas y hack­ti­vis­tas femi­nis­tas, las carac­te­rís­ti­cas soci­a­les y cultu­ra­les de las perso­nas detrás del desar­ro­llo de las tecno­lo­gías, así como sus moti­va­ci­o­nes -hacer dinero en lugar de libe­rar y empo­de­rar- deter­mi­nan cuáles serán sus efec­tos. Diseñar una tecno­lo­gía con un sentido de justi­cia en mente importa; mante­ner una tecno­lo­gía aten­di­endo a su coste ecoló­gico y social importa. Las deci­si­o­nes que prefi­gu­ran las técni­cas son impor­tan­tes y tienen un profundo impacto en la forma en que los espa­cios en línea pueden ser habi­ta­dos. Las supu­es­tas

tecno­lo­gías apolí­ti­cas y neutra­les no exis­ten, solo son mitos que permi­ten a los inge­ni­e­ros y desar­ro­lla­do­res dormir por las noches.

Las supu­es­tas tecno­lo­gías apolí­ti­cas y neutra­les no exis­ten, solo son mitos que permi­ten a los inge­ni­e­ros y desar­ro­lla­do­res dormir por las noches.

Cons­truir infra­es­truc­tura femi­nista

Durante el encu­en­tro funda­ci­o­nal de la Red Auto­de­fensa Online, se decide traba­jar en el desar­ro­llo de recur­sos para afron­tar la publi­ca­ción no consen­tida de imáge­nes y vídeos sexu­a­les, una forma de VMD de gran impacto que afecta sobre todo a muje­res y perso­nas LGTBIQ+. Con el fin de ofre­cer estra­te­gias de resis­ten­cia, el grupo de trabajo logró una adap­ta­ción de la pagina web Acoso.Online al contexto legal del Estado español y de la legis­la­ción euro­pea en mate­ria de priva­ci­dad y datos en línea. Ese portal, creado en Chile en 2017, ofrece dife­ren­tes claves acerca de cómo resis­tir la publi­ca­ción no consen­tida de conte­ni­dos ínti­mos: repor­tar a las plata­for­mas, denun­ciar ante las insti­tu­ci­o­nes lega­les, prac­ti­car auto­de­fensa digi­tal, abrir conver­sa­ci­o­nes dentro de las comu­ni­da­des… Desde su crea­ción, sus conte­ni­dos han sido adap­ta­dos por grupos femi­nis­tas a 18 países de América Latina. Este recurso solo se llegó a presen­tar públi­ca­mente en dos ocasi­o­nes antes de que empe­zara el primer confi­na­mi­ento debido a la crisis del Covid19.

Durante el confi­na­mi­ento, las VM y las VMD aumen­ta­ron expo­nen­ci­al­mente alre­de­dor del mundo y muchos servi­cios presen­ci­a­les debi­e­ron migrar a un entorno online, lo cual plan­teó una serie de problemá­ti­cas acerca de cómo hacerlo de manera segura o quién no tiene acceso a este tipo de aten­ción. Dentro de la Red, dife­ren­tes inte­gran­tes crean un grupo de trabajo para inter­cam­biar meto­do­lo­gías de faci­li­ta­ción y migrar talle­res de auto­de­fensa femi­nista a entor­nos online. De forma comple­men­ta­ria, otro grupo de trabajo se crea para propor­ci­o­nar apoyo volun­ta­rio y confi­den­cial a perso­nas que enfren­tan VMD. Para ello, se crea un formu­la­rio en línea para poder ponerse en contacto con la Red. La infra­es­truc­tura técnica se auto­ges­ti­ona también desde la Red y consiste en un conjunto de herra­mi­en­tas en línea insta­la­das en Maadix, un servi­dor seguro y femi­nista. Se utili­zan next­cloud, ether­pads y decks para el trabajo de desar­ro­llar y compar­tir recur­sos inter­na­mente, una instan­cia de Big Blue Button y una sala en Jitsi para las vide­o­con­fe­ren­cias. Final­mente, se desar­ro­lla una página web está­tica, lo que la hace más ligera, más fácil de cargar para perso­nas con mala conec­ti­vi­dad y menos propensa a ataques de defa­ce­ment, por ejem­plo. También se incluye un botón de salida rápida: un proto­colo están­dar para cual­quier sitio web orien­tado a perso­nas que puedan estar enfren­tando VMD.

Las comu­ni­da­des que traba­jan en temas de segu­ri­dad digi­tal y auto­de­fensa femi­nista para acti­vis­tas y defen­so­ras de los dere­chos huma­nos suelen reco­men­dar herra­mi­en­tas de soft­ware libre, ya que estas son las únicas que ofre­cen a sus usua­rias la liber­tad de ejecu­tar, copiar, distri­buir, estu­diar, modi­fi­car y mejo­rar el soft­ware. Además, el soft­ware libre -contra­ri­a­mente al soft­ware propi­e­ta­rio- puede ser audi­tado. Esto signi­fica que su código puede ser revi­sado por terce­ros que compru­e­ben que esas herra­mi­en­tas real­mente hacen lo que dicen hacer, que no tienen puer­tas trase­ras y/o que no están reco­gi­endo datos y vendi­én­do­los a terce­ros. También es impor­tante tener en cuenta que la mayo­ría de las herra­mi­en­tas de segu­ri­dad digi­tal basa­das en soft­ware libre o código abierto pueden utili­zarse en siste­mas opera­ti­vos Windows, Mac o Android. De hecho mucha gente utiliza herra­mi­en­tas de soft­ware libre sin saberlo, como por ejem­plo el nave­ga­dor Fire­fox.

La infor­ma­ción, el apoyo y el soporte que pueden brin­dar perso­nas desco­no­ci­das desde la distan­cia puede cambiar o incluso salvar vidas. A menudo, estas líneas de ayuda o aten­ción surgen de manera orgá­nica e infor­mal por parte de perso­nas y colec­ti­vas que se auto­or­ga­ni­zan para apor­tar solu­ci­o­nes, servi­cios, aten­ción y cuida­dos. La idea de crear una linea de aten­ción femi­nista se cuece dentro de la Red Auto­de­fensa a raíz de inter­cam­biar y loca­li­zar recur­sos, buscar inici­a­ti­vas ciber­fe­mi­nis­tas en otros luga­res del mundo y, final­mente, armar un grupo de trabajo para encon­trar formas adecu­a­das de apoyar desde la distan­cia a perso­nas que enfren­tan VMD.

Al mismo tiempo, Fembloc surge del confi­na­mi­ento y se inscribe dentro del pano­rama global de “helpli­nes femi­nis­tas”. Las femi­nis­tas están creando infra­es­truc­tu­ras para siste­ma­ti­zar el apoyo y soli­da­ri­dad hacia las perso­nas que enfren­tan VMD, cubri­endo el vacío dejado por el mercado y las plata­for­mas, por un lado, y las insti­tu­ci­o­nes y circui­tos de aten­ción por otro.

Las femi­nis­tas están creando infra­es­truc­tu­ras para siste­ma­ti­zar el apoyo y soli­da­ri­dad hacia las perso­nas que enfren­tan VMD, cubri­endo el vacío dejado por el mercado y las plata­for­mas, por un lado, y las insti­tu­ci­o­nes y circui­tos de aten­ción por otro.

En nues­tro estu­dio inter­na­ci­o­nal de líneas y mode­los de aten­ción [1] pudi­mos anali­zar 32 líneas de aten­ción a VMD, de las cuales 19 se han creado entre 2015 y 2019 y 4, entre las cuales se encu­en­tra Fembloc, han sido crea­das en plena pande­mia. Estos núme­ros no son de extrañar, ya que estas líneas de aten­ción son una respu­esta al aumento consi­de­ra­ble de las VMD y su impacto en nues­tras soci­e­da­des. Al mismo tiempo, su reci­ente apari­ción implica que la “escena” es aún rela­ti­va­mente joven y se encu­en­tra en un proceso de desar­ro­llo, testeo y apren­di­zaje respecto a cómo ofre­cer servi­cios de aten­ción desde la distan­cia o cómo saber lo que funci­ona mejor para sus usua­rias y para ellas mismas.

Otro factor crucial para la crea­ción de Fembloc ha sido poder contar con un fondo euro­peo [2] para crear la línea con todo lo que ello implica: estu­dio sobre los aspec­tos lega­les, técni­cos, polí­ti­cos y soci­a­les que confluyen en su crea­ción; desar­ro­llo de la docu­men­ta­ción técnica y la infra­es­truc­tura nece­sa­ria; forma­ción del equipo; imple­men­ta­ción de un piloto de varios meses para  dar a cono­cer la línea; valo­ra­ción de impac­tos; iden­ti­fi­ca­ción de los aspec­tos que requi­e­ren más trabajo; cons­truc­ción del circuito de aten­ción a VM para faci­li­tar deri­va­ci­o­nes entre Fembloc y los dife­ren­tes servi­cios exis­ten­tes; etc. Pasa­mos ahora a deta­llar las carac­te­rís­ti­cas prin­ci­pa­les de la línea de aten­ción: qué tipo de violen­cias se atien­den, a quién se da apoyo y qué prin­ci­pios rigen el acom­paña­mi­ento que se ofrece desde la línea.

Un modelo de acom­paña­mi­ento femi­nista, inter­sec­ci­o­nal y holís­tico

Las VMD, que son en reali­dad un reflejo de las violen­cias machis­tas tradi­ci­o­na­les, incluyen todo tipo de violen­cia faci­li­tada, ampli­fi­cada o llevada a cabo a través de las TRIC (Tecno­lo­gías de la Rela­ción, la Infor­ma­ción y la Comu­ni­ca­ción) como el cibe­ra­coso, el control y la vigi­lan­cia, las amena­zas, el acceso ilícito, la viola­ción de la priva­ci­dad, el discurso de odio, los insul­tos rela­ti­vos a la apari­en­cia física, la divul­ga­ción de imáge­nes ínti­mas, el incum­pli­mi­ento de restric­ci­o­nes de comu­ni­ca­ción, la graba­ción de even­tos sexu­a­les sin consen­ti­mi­ento, el doxing o la difa­ma­ción. Sus impac­tos pueden afec­tar a la salud física y mental, las opor­tu­ni­da­des educa­ci­o­na­les, econó­mi­cas o labo­ra­les, las rela­ci­o­nes soci­a­les, la parti­ci­pa­ción polí­tica y la liber­tad de expre­sión, así como vulne­rar el dere­cho a la priva­ci­dad y la segu­ri­dad de las perso­nas. El modelo de inter­ven­ción tiene la fina­li­dad de anali­zar los efec­tos que pueden provo­car las VMD en una persona o colec­tivo para inci­dir de manera holís­tica en su proceso de respu­esta y de recu­pe­ra­ción de las dife­ren­tes dimen­si­o­nes afec­ta­das.

Las VMD son un reflejo de las violen­cias machis­tas tradi­ci­o­na­les e incluyen el cibe­ra­coso, las amena­zas, la viola­ción de la priva­ci­dad, el discurso de odio, el doxing o la difa­ma­ción.

Este modelo parte de la consi­de­ra­ción del carác­ter estruc­tu­ral y multi­di­men­si­o­nal de las VMD, que hace nece­sa­rio un abor­daje de dife­ren­tes aspec­tos como los siste­mas de aten­ción y preven­ción presen­tes en el circuito y los distin­tos terri­to­rios. De este modo, nos arti­cu­la­mos en un trabajo en red e inter­dis­ci­pli­na­rio para inter­ve­nir de manera inte­gral y holís­tica en el proceso de auto­de­fensa y empo­de­ra­mi­ento -o de respu­esta y recu­pe­ra­ción- de las perso­nas que piden apoyo.

Desde la línea de aten­ción se puede dar un apoyo puntual, si la persona tiene una consulta espe­cí­fica a la que se puede dar respu­esta en una sola llamada; o se pueden dar proce­sos de acom­paña­mi­ento durante varios días, sema­nas o meses. De hecho, a menudo los casos de VMD requi­e­ren de un segui­mi­ento a medio o largo plazo para poder encon­trar proce­sos que solu­ci­o­nen sus efec­tos y permi­tan restau­rar la salud, digni­dad y confi­anza de la persona que las ha sufrido.

Por todo ello, nues­tro modelo de abor­daje y aten­ción de las VMD tiene una pers­pec­tiva femi­nista inter­sec­ci­o­nal que siem­pre explora la inter­sec­ción entre los dife­ren­tes ejes de desi­gual­dad y opre­sión, teni­endo en cuenta múlti­ples facto­res: edad, raci­a­li­za­ción, diver­si­dad funci­o­nal, neuro­di­ver­gen­cia… Esta pers­pec­tiva se ve comple­men­tada por los otros prin­ci­pios bási­cos que verte­bran Fembloc: una mirada holís­tica que aúna la segu­ri­dad digi­tal, la segu­ri­dad física y el bienes­tar psico­so­cial; un enfo­que inter­dis­ci­pli­nar para el que se nece­si­tan equi­pos compu­es­tos por tecnó­lo­gas, psicó­lo­gas y juris­tas; un trabajo en red coor­di­nado con diver­sos agen­tes del circuito de aten­ción a violen­cias; una aten­ción en línea dotada de una infra­es­truc­tura tecno­ló­gica que garan­tiza la segu­ri­dad y confi­den­ci­a­li­dad tanto de la persona que contacta a la línea como de las perso­nas que compo­nen el equipo de aten­ción; y la docu­men­ta­ción y difu­sión de estra­te­gias medi­ante repo­si­to­rios de acceso público al servi­cio de la ciuda­da­nía.

Todo aque­llo que vivi­mos en inter­net y las redes soci­a­les también es real y, por tanto, los ries­gos que tene­mos en los espa­cios virtu­a­les pueden tras­la­darse al espa­cio físico y afec­tar a nues­tro bienes­tar y salud emoci­o­nal.

Retos para el futuro

El primer reto de Fembloc es ahora el de encon­trar fondos para seguir funci­o­nando como una linea de aten­ción que pueda seguir ofre­ci­endo un modelo de acom­paña­mi­ento femi­nista, inter­sec­ci­o­nal y holis­tico. Si no lo consi­gui­era, volve­ría a tran­si­tar hacia el espa­cio más infor­mal de las redes de auto­de­fensa para poder seguir dando apoyo desde allí en la medida de sus posi­bi­li­da­des. Los otros retos tienen que ver con la evolu­ción de las VMD, que requi­e­ren una forma­ción cons­tante del equipo, mante­ner y gesti­o­nar las infra­es­truc­tu­ras que permi­ten el regis­tro y análi­sis de datos, combi­nar la aten­ción en línea con instan­cias de aten­ción presen­cial, seguir cons­truyendo lazos de confi­anza para una trabajo en red coor­di­nado con el terri­to­rio y, final­mente, mejo­rar las estra­te­gias de comu­ni­ca­ción para llegar a todos los secto­res de la pobla­ción.

La auto­de­fensa es una vía hacia una mayor auto­no­mía y sobe­ra­nía sobre la deci­si­o­nes que atañen a nues­tros cuer­pos y nues­tros dere­chos huma­nos y digi­ta­les.

Son muchos retos, pero espe­ra­mos que compar­ti­endo el relato acerca de cómo hemos ido gestando esta infra­es­truc­tura femi­nista poda­mos multi­pli­car los apoyos y cola­bo­ra­ci­o­nes con Fembloc. Este relato nos recu­erda que, frente al vacío creado por la falta de respu­esta de las plata­for­mas y de las insti­tu­ci­o­nes, encon­tra­mos de nuevo a la soci­e­dad civil creando solu­ci­o­nes y poni­endo las cuer­pas para hacer frente a estas violen­cias. Ante la expe­ri­en­cia coti­di­ana de violen­cia sisté­mica y estruc­tu­ral, muchas muje­res, femi­nis­tas y colec­ti­vas cuyos públi­cos son espe­ci­al­mente vulne­ra­bles a las VMD, están apos­tando por la auto­or­ga­ni­za­ción para crear redes de infor­ma­ción, apoyo y soli­da­ri­dad que permi­tan romper la sensa­ción de aisla­mi­ento, culpa­bi­li­dad o vergüenza  expe­ri­men­ta­das por las perso­nas que enfren­tan VMD y/o que buscan infor­ma­ción acerca de sus dere­chos y, espe­ci­al­mente, sus dere­chos digi­ta­les. Con el caso situ­ado de esta linea de aten­ción femi­nista, pode­mos ver cómo se tran­sita desde espa­cios en los cuales se tejen redes de auto­de­fensa hacia la cons­truc­ción de infra­es­truc­tura femi­nista. Fembloc surge de una red compu­esta por femi­nis­tas que apues­tan por la auto­de­fensa como una vía hacia una mayor auto­no­mía y sobe­ra­nía sobre la deci­si­o­nes que atañen a sus cuer­pos y dere­chos huma­nos y digi­ta­les.

[1] HACHE, A;  ALFAMA, E; SERVI­CIOS Y LINEAS DE ATEN­CIÓN QUE DAN APOYO A PERSO­NAS QUE ENFREN­TAN VIOLEN­CIAS MACHIS­TAS DIGI­TA­LES: MAPEO INTER­NA­CI­O­NAL DE LOS MODE­LOS DE ATEN­CIÓN, 2022, Dispo­ni­ble: https://fembloc.cat/archi­vos/recur­sos/6/imple­men­ta­tion-study­def.pdf

[2] Proyecto “e-GBVhelp! (FemBloc), reali­zado por Calala Fondo de Muje­res, Univer­si­tat de Barce­lona y Alia/Dones­tech con el apoyo de la UE y su programa Rights, Equa­lity and Citi­zens­hip Programme (REC).

Las Jorna­das FemBloc se cele­bran los próxi­mos días 30 de novi­em­bre, 1 y 2 de dici­em­bre, y son una ventana a todo el trabajo que colec­ti­vas y acti­vis­tas ciber­fe­mi­nis­tas están llevando a cabo para hacer del espa­cio digi­tal un lugar libre de violen­cias machis­tas. Encon­trarás toda la infor­ma­ción y enla­ces para apun­tarte aquí.