El encuadernador y el exorcista: sobre el futuro de la digitalización en la educación (y en todo lo demás)

«Nos guía una élite que usa la tecno­lo­gía digi­tal pero no la raci­o­na­li­dad digi­tal».

Ales­san­dro Baricco

Las polí­ti­cas públi­cas rela­ci­o­na­das con lo digi­tal osci­lan entre entre tecno­so­lu­ci­o­nismo despre­o­cu­pado y neo-ludismo tecnó­fobo. El resul­tado de esta polí­tica de banda­zos neuró­ti­cos en la que se alec­ci­ona a la comu­ni­dad educa­tiva sobre los peli­gros de la tecno­lo­gía al tiempo que se la echa en brazos de las gran­des corpo­ra­ci­o­nes digi­ta­les, es que estas contro­lan ya la gran mayo­ría de los centros educa­ti­vos…y el compor­ta­mi­ento del alum­nado, su profe­so­rado y fami­lias.

En este texto expli­ca­mos que las cosas pueden ser de otra manera. Y lo expli­ca­mos a través de un ejem­plo prac­tico: nues­tro plan elabo­rado con algu­nas fami­lias de Priva­ci­dad y Digi­ta­li­za­ción Democrá­tica de las Centros Educa­ti­vos ha sido reci­en­te­mente acep­tado por el depar­ta­mento de Educa­ción.

La inven­ción de la imprenta, por la mayor demo­cra­ti­za­ción del acceso al cono­ci­mi­ento que supuso, tuvo como conse­cu­en­cia la Ilus­tra­ción, una época histó­rica en la que se empezó a defen­der que el «cono­ci­mi­ento humano podía comba­tir la igno­ran­cia, la supers­ti­ción y la tira­nía para cons­truir un mundo mejor» (Wiki­pe­dia dixit).

Desde aquel invento cada vez más perso­nas leen e incluso escri­ben libros. Los libros se usan en la enseñanza desde hace tiempo. Y no solo los que hablan de cosas erudi­tas y prác­ti­cas; incluso la lite­ra­tura de ficción se consi­dera objeto de enseñanza.

Desde la inven­ción de la imprenta hasta hoy, los libros han servido para cons­truir nues­tras soci­e­da­des sin que en este medio mile­nio a nadie se le pasara por la cabeza que quien quisi­era leer­los o usar­los para enseñar tuvi­era antes tener la capa­ci­dad de encu­a­der­nar­los.

Por otra parte, si bien es cierto que siem­pre ha habido y habrá Auto­ri­da­des que quie­ran deci­dir lo que se puede leer y lo que no, acusando los libros de ser un peli­gro, algo que hay que temer más que compren­der; si bien bajo la batuta de esas Auto­ri­da­des se han prohi­bido, quemado y censu­rado tanto los libros como a sus auto­ras y auto­res, hoy en día, en casi todos los países que se preten­den democrá­ti­cos, esas prác­ti­cas ya no están muy bien vistas.

Resulta pues sorpren­dente que el formato más común hasta ahora para la enseñanza del digi­tal en las aulas sea el de los progra­mas crea­dos y las forma­ci­o­nes impar­ti­das por un técnico y un Guar­dia Civil (o corres­pon­di­ente cuerpo de segu­ri­dad depen­di­endo de la Comu­ni­dad). Es como si la lite­ra­tura la enseña­ran encu­a­der­na­do­res y exor­cis­tas, y esto dicho natu­ral­mente desde el más abso­luto respeto por ambas profe­si­o­nes.

En algu­nos casos en la forma­ción digi­tal inter­vi­e­nen también exper­tos en ética, cosa que no nos parece mal si también – y sobre todo – la lite­ra­tura, las matemá­ti­cas, la econo­mía, las cien­cias, la histo­ria, la geogra­fía, las artes y la educa­ción física las enseña­ran profe­so­res de ética.

En resu­men para ser una soci­e­dad adecu­ada al tiempo en el que vive, para apro­ve­char la revo­lu­ción digi­tal, no hace falta tenerle más miedo de lo que es razo­na­ble para cual­quier otra herra­mi­enta, ni saber de tecno­lo­gía. Solo compren­der.

El acer­ca­mi­ento al tema con el método encu­a­der­na­dor-exor­cista produce el marco de luga­res comu­nes-trampa en el que se mueven osci­lan­tes las polí­ti­cas digi­ta­les: entre tecno­so­lu­ci­o­nismo despre­o­cu­pado («Todo lo solu­ci­o­na­mos con cachar­ros digi­ta­les super fashion que compra­mos a clien­tes cole­gas y me da igual lo que pase con los datos perso­na­les priva­dos de mis súbdi­tos») y neo-ludismo tecnó­fobo¡Vade retro máqui­nas de Satanás! Prohi­ba­mos redes soci­a­les e Inter­net todo para prote­ger a lxs niñxs y la pobla­ción que tene­mos a nues­tro cargo – que también mante­ne­mos como niñxs para vigi­lar­los con más motivo»). La opción 1 suele ser la elegida por la dere­cha; la 2, por la izqui­erda, aunque en ambos lados hay formas híbri­das de lo más crea­ti­vas.

Un resul­tado de esta polí­tica a banda­zos neuró­ti­cos es que, con el beneplá­cito de las auto­ri­da­des polí­ti­cas, acaba siendo Google (o simi­la­res) quien ha digi­ta­li­zado más de dos tercios (¡2/3!) de los centros educa­ti­vos, entre otras muchas insti­tu­ci­o­nes. Es decir que mien­tras los exor­cis­tas ater­ro­ri­zan la comu­ni­dad educa­tiva sobre los peli­gros de Inter­net en sí, se insta­lan en las aulas herra­mi­en­tas de EMPRE­SAS muy gran­des, gran­des como papás – de los que hay fiarse onto­ló­gi­ca­mente – y que se dedi­can al proce­sa­mi­ento de datos sobre los compor­ta­mi­en­tos de las perso­nas para una gran diver­si­dad de fines. La prueba de que son como papás es que nos lo dan ¡gra­tis! ¿No es esto mara­vi­lloso? Todas las aulas acojo­na­das y digi­ta­li­za­das gratis. Ideal.

Una preci­osa demo­cra­cia digi­tal nos está quedando. La verdad es que no se trata de pasar de la tecno­fo­bia anacró­nica a la fe ciega y rega­lar a las multi­na­ci­o­na­les todas las infor­ma­ci­o­nes más ínti­mas y priva­das de los meno­res, sus profe­so­res y fami­lias.

La cues­tión es que la digi­ta­li­za­ción puede y debe ser democrá­tica y respe­tu­osa de dere­chos huma­nos tales como la priva­ci­dad de la vida íntima infan­til y adoles­cente y de las perso­nas en gene­ral; solo nece­si­ta­mos desem­ba­ra­zar­nos de luga­res comu­nes medi­e­va­les y tener la volun­tad (polí­tica) de que sea así. Todo ya está ahí para que con poco esfu­erzo se pueda dar una respu­esta cohe­rente a la nece­si­dad de actu­a­li­za­ción al mundo digi­tal.

Hace un año, un grupo de madres y padres se pusi­e­ron manos a la obra para cambiar esta situ­a­ción y nos contac­ta­ron (a Xnet https://xnet-x.net/no-auto­ri­zar-google-suite-escu­e­las/ ). Juntos crea­mos un Plan para la Priva­ci­dad y la Digi­ta­li­za­ción Democrá­tica de los Centros Educa­ti­vos ( https://xnet-x.net/priva­ci­dad-datos-digi­ta­li­za­cion-demo­cra­tica-educa­cion-sin-google/ ). Hace un año lo propu­si­mos al Depar­ta­ment d’Edu­ca­ció de Cata­lu­nya – ya que Educa­ción es una compe­ten­cia auto­nó­mica y noso­tras vivi­mos en Cata­lu­nya.

El Covid19 ha contri­buido a demos­trar con creces la vigen­cia y nece­si­dad de nues­tra propu­esta.

El Covid19 ha demos­trado también que en gene­ral nues­tras insti­tu­ci­o­nes van tarde en la digi­ta­li­za­ción y, peor aún, van tarde en querer enten­der lo digi­tal. Por eso, lo digi­tal simple­mente ocurre, sin más crite­rio que los deseos y bene­fi­cios de empre­sas priva­das elegi­das al azar por grado de amis­tad o por el comer­cial que llega primero a encan­di­lar con gadgets el polí­tico de turno.

Y otra cosa más que ha sacado a la luz el Covid19: durante el confi­na­mi­ento tuvi­mos cada día que apren­der una herra­mi­enta nueva de vide­o­lla­mada según lo que nos iban pidi­endo instan­cias supe­ri­o­res: el trabajo, la fami­lia, la admi­nis­tra­ci­ón…

A muchos esto les hace creer que la digi­ta­li­za­ción es este infi­erno: ser todos beta testers, cata­do­res de los produc­tos de las empre­sas tecno­ló­gi­cas, vivi­endo por toda la eter­ni­dad en una curva de apren­di­zaje infi­nita. Si a esto añadi­mos que todas las insti­tu­ci­o­nes cuando no saben qué hacer y quie­ren aparen­tar moder­ni­dad o cuando deben untar a algún amigo lo que hacen es encar­gar una App, real­mente lo digi­tal se redu­ci­ría a usar la ciuda­da­nía como cone­ji­llos de India. Son Apps casi siem­pre inúti­les. Tan inúti­les desde la pers­pec­tiva de cómo se emplea el dinero de las y los contri­buyen­tes que su código cerrado las hace inmo­di­fi­ca­bles, inau­di­ta­bles e inadap­ta­bles; para tirar a la primera inci­den­cia.

Esto tiene que parar. Es pura malver­sa­ción de dinero público, cohe­cho y concur­ren­cia desleal.

Nos propi­nan lo digi­tal como el apren­di­zaje de canti­dad inaca­ba­ble de apli­ca­ci­o­nes que nunca serán las últi­mas ni las mejo­res. Esto solo consi­gue que – sobre todo quien no es nativo digi­tal – aban­done el esfu­erzo. En reali­dad, como en el caso de los libros, se trata de enten­der lo que plan­tean inde­pen­di­en­te­mente de tecno­lo­gías concre­tas y, por ello, poder enten­der como funci­o­nan todas. Lo digi­tal prin­ci­pal­mente es una estruc­tura de pensa­mi­ento que faci­lita algo revo­lu­ci­o­na­rio para la reno­va­ción de la gober­nanza si es bien utili­zado: esa idea de red permite funci­o­nar ágil­mente siendo pocos y con pocos recur­sos, gene­rando resul­ta­dos que pueden reper­cu­tir en muchos, ya que combina desin­ter­me­di­a­ción, traza­bi­li­dad e inme­di­a­tez.

Tampoco se trata de obli­gar a apren­der código libre a las perso­nas que quie­ren sustra­erse a la lógica de cata­do­ras de produc­tos y que no tienen cono­ci­mi­en­tos técni­cos. Se trata de que las insti­tu­ci­o­nes apues­ten. No se puede compe­tir con gran­des corpo­ra­ci­o­nes sin coor­di­na­ción y recur­sos insti­tu­ci­o­na­les para la adecu­a­ción a las nece­si­da­des, en este caso, de la comu­ni­dad educa­tiva. El esfu­erzo de adecu­a­ción queda­ría en mano de los centros, ya desbor­da­dos de respon­sa­bi­li­dad y trabajo, agotando la paci­en­cia del alum­nado, profe­so­rado y fami­lias. Esto produce rechazo y los aboga a los brazos de corpo­ra­ci­o­nes que faci­li­tan la digi­ta­li­za­ción a cambio de hábi­tos de depen­den­cia y de clien­tes cauti­vos.

Se requi­ere de una inten­ción insti­tu­ci­o­nal para que la solu­ción sea esta­ble y reso­lu­tiva. Se trata de crear un círculo virtu­oso: las insti­tu­ci­o­nes mejo­ran los códi­gos abier­tos utili­za­dos en todo el mundo y les añaden valor y recur­sos, contri­buyendo a los bienes comu­nes y acce­si­bles y, al mismo tiempo, apro­ve­chan este cono­ci­mi­ento que está al alcance para lograr más cali­dad democrá­tica de sus estruc­tu­ras con menos recur­sos.

En pocas pala­bras propo­ne­mos un keyne­si­a­nismo de la demo­cra­cia. Que la inver­sión pública nece­sa­ria para reac­ti­var la econo­mía produzca infra­es­truc­tu­ras para la demo­cra­cia. Ese debe­ría ser el futuro de la digi­ta­li­za­ción – y en buena parte también del trabajo.

Escri­bi­mos este texto para cele­brar que la semana pasada hemos conse­guido que Educa­ció de la Gene­ra­li­tat asumi­era nues­tro plan. Traba­ja­re­mos mano a mano en la hoja de ruta para su imple­men­ta­ción.

Nótese: nues­tra propu­esta no excluye a nadie. Los fans de Google, que no se agobien. Aquí no se prohíbe nada. Solo nos gustan las compe­ti­ci­o­nes en igual­dad de condi­ci­o­nes y sin cartas truca­das. Además, natu­ral­mente, la digi­ta­li­za­ción forma parte de una actu­a­li­za­ción de la educa­ción a los tiem­pos en que vivi­mos, en ningún caso se plan­tea que susti­tuya la educa­ción presen­cial.

Y una cosa más: no perci­bi­mos remu­ne­ra­ción por ello. Pedi­mos: a) un trato de coope­ra­ción con la insti­tu­ción; b) que ponga recur­sos huma­nos para que el proyecto salga adelante. Esto vale mucho más que un sueldo: aligera el esfu­erzo para conse­guir una mejor demo­cra­cia y además da ejem­plo para otros proyec­tos.

Nues­tro plan tiene la voca­ción de llegar a ser un ejem­plo repli­ca­ble en otro luga­res, aquí y en Europa, además de un piloto que luego se apli­que al resto de Admi­nis­tra­ci­o­nes.

En qué consiste

Conti­ene tres fren­tes a atacar: servi­do­res, herra­mi­en­tas, forma­ción.

  1. Servi­do­res segu­ros y respe­tu­o­sos con los dere­chos huma­nos: la segu­ri­dad del alma­ce­na­mi­ento en la nube, además de técnica y de respeto del regla­mento de protec­ción de datos, debe ser también de segu­ri­dad para los dere­chos huma­nos como, por ejem­plo, para la presun­ción de inocen­cia.
  2. Suite for educa­tion: agre­gar en un pack esta­ble las herra­mi­en­tas con código audi­ta­bles (Google y Micro­soft – como ejem­plo – no lo son) que ya exis­ten, se usan y ofre­cen el mismo tipo de pres­ta­ci­o­nes que propor­ci­o­nan las suites de las gran­des corpo­ra­ci­o­nes.
  3. Forma­ción y capa­ci­ta­ción digi­tal de la comu­ni­dad educa­tiva: por una parte, task force para la imple­men­ta­ción del pack , y por otra, actu­a­li­za­ción del marco mental propu­esto por las insti­tu­ci­o­nes para la forma­ción digi­tal. Lo dicho: ni encu­a­der­na­do­res, ni exor­cis­tas (que también); cultura y cono­ci­mi­ento críti­cos.

Para cono­cer más deta­lles del plan: https://xnet-x.net/priva­ci­dad-datos-digi­ta­li­za­cion-demo­cra­tica-educa­cion-sin-google/

Si te quedan dudas, puedes asis­tir a la reunión infor­ma­tiva online del día 2 de julio a las 18h. Anun­ci­a­re­mos el link para la cone­xión en los cana­les de comu­ni­ca­ción de Xnet ( https://xnet-x.net ).

¡Segui­mos!