Dejar de usar Photoshop® es una decisión política

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Àmbits Temàtics

Refle­xi­o­nes sobre el uso del soft­ware priva­tivo de Adobe® y porqué opta­mos por el soft­ware libre.

 

-“¿En GNU/Linux puedo insta­lar Photos­hop®?”, “Sí quiero GNU/Linux, pero uso la paque­te­ría de Adobe® porque lo uso para traba­jar”, “No tengo tiempo para apren­der a usar otros progra­mas”, “Es que GIMP no es tan bueno para editar imáge­nes”.

Estas y otras excu­sas son menci­o­na­das por las perso­nas a las que les reco­men­da­mos migrar de sistema opera­tivo por alguna de las muchas distri­bu­ci­o­nes de GNU/Linux que exis­ten actu­al­mente. Ya sea por congru­en­cia polí­tica, segu­ri­dad en el sistema, esta­bi­li­dad, liber­tad de uso, perso­na­li­za­ción, por hacerle frente a la obso­les­cen­cia progra­mada y una larga lista de bene­fi­cios que esto trae a las perso­nas como usua­rios del soft­ware libre. Las perso­nas siguen ante­po­ni­endo el uso de la paque­te­ría de Adobe® como prin­ci­pal obstá­culo para migrar a un sistema libre.

En muchas ocasi­o­nes quie­nes usamos soft­ware libre nos conver­ti­mos en una espe­cie de predi­ca­do­res de las liber­ta­des del soft­ware con nues­tros amigos, cole­gas de trabajo y hasta con nues­tra fami­lia. Después de tanto estar chin­gando insis­ti­endo y cree­mos que ya hemos logrado conver­tir conven­cer a alguien a usar una distri­bu­ción libre vienen las pregun­tas respecto a los progra­mas de ofimá­tica, nave­ga­do­res de inter­net, nubes, compa­ti­bi­li­dad de archi­vos y al final el gran pero suele ser la paque­te­ría de Adobe®.

Es verdad que la compañía de Adobe® no tiene una versión de sus progra­mas para GNU/Linux y aunque es posi­ble la insta­la­ción de estos progra­mas de varias mane­ras como la virtu­a­li­za­ción de siste­mas como Windows® o insta­larlo con la herra­mi­enta Wine. La cues­tión va más allá de “si se puede usar o no” en un sistema libre. Habría que repen­sar ¿por qué Adobe® se ha vuelto una herra­mi­enta indis­pen­sa­ble hasta ser uno de los impe­di­men­tos prin­ci­pa­les para usar un sistema libre?

Photos­hop®, la hege­mo­nía de la crea­ti­vi­dad.

Es verdad que muchas perso­nas que se dedi­can al diseño gráfico utili­zan como herra­mi­enta prin­ci­pal este soft­ware de edición de imáge­nes y foto­gra­fías. Y hasta resulta casi obvio que edición de imagen es igual a Photos­hop®, e incluso ya exis­ten pala­bras como “esa foto esta photos­ho­pe­ada” o aquel meme mostrando una imagen eviden­te­mente alte­rada con el texto “los envi­di­o­sos dirán que es photos­hop”. Ante esta obvi­e­dad es válido pregun­tarse porqué se volvió un sinó­nimo de la edición de imáge­nes.

En las escu­e­las de diseño enseñan como mate­ria obli­ga­to­ria el uso de Photos­hop® para el reto­que de foto­gra­fía, incluso en las escu­e­las de artes se ha vuelto una herra­mi­enta indis­pen­sa­ble y ni hablar de los peri­o­dis­tas que también han tenido que utili­zar este programa para su queha­cer infor­ma­tivo. Esto ha llevado a muchas perso­nas a la ridí­cula situ­a­ción de tener que comprar un equipo muy caro como una Macbook Pro FullHD 4k edición espe­cial y todas esas cosas que enca­re­cen más los produc­tos de Apple (por cierto la nueva Mac Pro cuesta 5 mil dola­res a los que hay que agre­garle mil dola­res más por el soporte de la panta­lla que se vende por sepa­rado, es en serio) solo porque alguien les dijo la tonte­ría de que para ser diseña­dor nece­si­tas una Mac.

Cuando iba en la secun­da­ria corría el rumor de que alguien me iba a ofre­cer drogas y al prin­ci­pio me las rega­la­ría, ya cuando fuera adicto me las comen­za­ría a vender. Pero nadie me dijo que Windows® y Adobe® harían algo pare­cido o incluso peor: que si usaba una versión de Photos­hop anti­gua me iba a deman­dar, y aunque jamás llegó ese dealer dudo mucho que me deman­dara si le dejaba de comprar drogas. Y es que hay perso­nas que dicen que solo le ponen el crack o lo pira­tean y ya no lo pagan, pero esa no es la cues­tión, aun así lo segui­mos usando (pirata o con licen­cia) como si fuera lo único que pudi­é­ra­mos usar para hacer nues­tro trabajo.

Más allá de las liber­ta­des que perde­mos al usar este programa nos encon­tra­mos en una esfera de la cual no pode­mos salir, me refi­ero a que limita nues­tras capa­ci­da­des crea­ti­vas al impo­ner­nos filtros y efec­tos por default, que hacen que nues­tro trabajo crea­tivo se vea limi­tado a sus herra­mi­en­tas, filtros, efec­tos, capas, etc. y ni hablar de su incom­pa­ti­bi­li­dad con otros progra­mas que no sean de Adobe®. Es como si nos dije­ran que somos libres de dibu­jar lo que quera­mos pero solo nos dieran un lápiz de color azul, es decir se pier­den todas las posi­bi­li­da­des crea­ti­vas y todo lo que pudi­é­ra­mos imagi­nar, hasta que termi­na­mos en Youtube buscando un tuto­rial para ver si de casu­a­li­dad se puede hacer lo que imagi­na­mos en Photos­hop® y si no, adap­tar­nos a hacer lo más pare­cido a lo que imagi­na­mos. Photos­hop® limita la capa­ci­dad humana de crea­ti­vi­dad y expe­ri­men­ta­ción o al menos hasta que a alguno de sus desar­ro­lla­do­res se le ocurra algo “inno­va­dor”.

Adobe Reader®, ¿en serio nece­sito todo eso para leer mi libro vaquero?

Este soft­ware también es algo que parece que pasa desa­per­ci­bido entre los usua­rios quie­nes tienen que descar­gar un programa (que te descarga un anti­vi­rus que te está chin­gando insis­ti­endo que lo compres todo el tiempo si no lees las letras pequeñas) muy pesado para la simple tarea de visu­a­li­zar un docu­mento en formato PDF, tarea que hoy en día puede hacer prác­ti­ca­mente cual­quier nave­ga­dor de inter­net de manera nativa o una tosta­dora.

Adobe Premi­e­re®, por supu­esto que nece­si­tas todas esas herra­mi­en­tas para cortar ese vídeo.

El “pero” más grande con el que me he encon­trado es la edición de vídeo: quie­nes hacen esta tarea suelen hacer vídeos lite­ral­mente hermo­sos, docu­men­ta­les de ensu­eño y cosas fantás­ti­cas, pero hay quie­nes simple­mente quere­mos cortar un frag­mento de vídeo o poner una musi­quita de fondo para hacer más ameno nues­tro vídeo que graba­mos en la fiesta del fin de semana con nues­tro celu­lar que toda­vía no acaba­mos de pagar en Coppel y nos vemos frente a una navaja suiza en la cual es difí­cil encon­trar la navaja para cortar. Y no dispo­ne­mos de una herra­mi­enta que haga SOLO una cosa y la haga bien y no nece­site de una compu­ta­dora que cuesta más que el sueldo de un año de trabajo para hacer esa tarea.

GNU/Linux NO es una alter­na­tiva, es una manera dife­rente y libre de hacer las cosas.

Plati­cando con una amiga hablá­ba­mos de la manera de ver los progra­mas de GNU/Linux como una alter­na­tiva y no como una manera distinta de hacer las cosas, es decir, los progra­mas que utili­za­mos en siste­mas opera­ti­vos libres no hacen lo que hace la suite de Adobe®, pero sí hacen su trabajo y lo hacen muy bien. No es nece­sa­rio caer en la compe­ten­cia de pare­cerse o tratar de igua­lar las funci­o­nes de Photos­hop®, lo impor­tante es editar una imagen y hacerlo bien, es enton­ces en cuando nos encon­tra­mos con un universo de posi­bi­li­da­des y mane­ras muy origi­na­les de hacer las cosas, a dife­ren­cia de Adobe®, que es una compañía que desar­ro­lla una serie de progra­mas como mercan­cía; las comu­ni­da­des de soft­ware libre buscan la liber­tad de los usua­rios y la cola­bo­ra­ción conjunta para llegar a los resul­ta­dos dese­a­dos y mejo­rar la edición sin un interés econó­mico; por el simple placer de compar­tir.

Y es que a veces las compu­ta­do­ras y estos progra­mas auto­ma­ti­zan todo y nos vuel­ven inúti­les incom­pe­ten­tes. En alguna ocasión mien­tras cono­cía GIMP y buscaba en los foros mane­ras de hacer algu­nas cosas me encon­tré con una persona que quería mejo­rar una foto­gra­fía porque estaba muy obscura y alguien le reco­mendó volver a tomar la foto­gra­fía en un lugar con más luz, ni siqui­era tuvi­e­ron que hacer un script o un filtro para aumen­tar la luz en una imagen. ¿Serías capaz de tomar una buena foto­gra­fía sin tener que editarla en Photos­hop®?

Más allá de las compa­ra­ci­o­nes que pode­mos hacer, o hacer una larga lista de progra­mas que pode­mos utili­zar o de los bene­fi­cios y liber­ta­des de los cuales ya exis­ten muchos artí­cu­los debe­mos pensar más allá de quién es mejor y salir de ese círculo vici­oso de compe­ten­cia y poner sobre la mesa cues­ti­o­nes más impor­tan­tes.

El uso de un sistema opera­tivo libre va más allá de las capa­ci­da­des de un programa de hacer las cosas de una u otra manera, tiene que ver con la liber­tad de los usua­rios a estu­diar, compar­tir y modi­fi­car las funci­o­nes del mismo sin tener que pedirle permiso a una compañía, se trata de que todas las perso­nas tengan la opor­tu­ni­dad de poder editar una foto­gra­fía con una compu­ta­dora vieja porque el contexto en el que nació no le da la mínima opor­tu­ni­dad de comprar una MacBook Pro® (porque es más impor­tante comer o tener para el pasaje) o a un estu­di­ante que nece­sita leer un PDF porque no encon­tró el libro que quería en físico, se trata de salir de esa burbuja y dejar salir la crea­ti­vi­dad humana sin la limi­tante del dinero que segmenta y divide a los artis­tas de los arte­sa­nos, se trata de apren­der y compar­tir. Y en el camino gene­rar comu­ni­dad, se trata de ser congru­en­tes con nues­tros idea­les, se trata de no seguir conta­mi­nando el planeta con telé­fo­nos que usamos durante un año porque “ya salió el nuevo iPho­ne®”, se trata de liber­tad y no de código.

 

por xolotlatsursi­endo [ punto ] org (Xolotl)