Algunas notas sobre #Feminicidio y Twitter desde un país de insomnes

Imatge

Post origi­nal

I Las mari­po­sas

Cuando era niña me leían un cuento, era sobre un anci­ano que pintaba zapa­tos y que un día comenzó a pintar las alas de las mari­po­sas lasti­ma­das por las tormen­tas. Al morir el anci­ano sólo las mari­po­sas le acom­paña­ron al lugar en el que su cuerpo descan­sa­ría.

Esa histo­ria me volvía loca, el anci­ano nunca sabría que las mari­po­sas llega­ron, pero la escena era tan poéti­ca…­por qué era impor­tante que las mari­po­sas llega­ron? para quién?

 

Hace unos días #Ingri­dEs­ca­mi­lla, una mujer joven de 25 años fue asesina por su pareja de 43. La violen­cia no se limitó a la forma en que fue asesi­nada, sino a la forma en la que este hombre trato el cuerpo de Ingrid y después el como la prensa amari­llista expuso las imáge­nes filtra­das.

 

Ante esta situ­a­ción usua­rios de Twit­ter convo­ca­ron a llenar las redes con imáge­nes para ofus­car el horror y que cuando alguien buscar a Ingrid encon­trara algo distinto.

El sábado 15 de febrero, seis días después del femi­ni­ci­dio de Ingrid hice una colecta de tweets que usaron el hash­tag #Ingri­dEs­ca­mi­lla usando la libre­ría rtweet, después recu­peré todas las imáge­nes que les acom­paña­ban usando el comando wget. Logre colec­tar 106485 tweets y cerca de 25200 imáge­nes.

 

Mire una por una buscando a #Ingri­dEs­ca­mi­lla y encon­tré mari­po­sas y flores y todo tipo de anima­les y paisa­jes…In­grid nunca lo sabrá pero fue acom­pañada por cien­tos de mari­po­sas…

II 102 formas de mirarte

De las 25200 imáge­nes que descar­gué había 102 imáge­nes únicas, como ella, la mayo­ría retra­tos, algu­nas eran flores que lleva­ban su nombre, dibu­jos únicos. Las junte e hice con «gimp» una anima­ción de las imáge­nes de forma suce­siva (un gif).

Todas son profun­da­mente bellas:

Ingrid1 Ingrid2 Ingrid3 Ingrid4 Ingrid5 Ingrid6

De pasó genere un gráfico del número de twitts por hora.

IngridTiempo

También hice una gráfico de la rela­ción entre tweets y retwe­ets.

IngridRT

Me pare­ció sorpren­dente que de los 106485 tweets, 30712 fueron origi­na­les y 75773 fueron re-tweets. Mi intui­ción me dice que este movi­mi­ento fue algo que vino de tantos luga­res, una reac­ción más distri­buida, desde perfi­les dife­ren­tes unidos por la indig­na­ción y tal vez la soli­da­ri­dad.

También encon­tré unas cuan­tos casos de odio, pero era escaso, se perdía en el mar de imáge­nes.

III No soy experta

Hacer este trabajo me ocupo muchas horas de mi fin de semana. Dejé traba­jando la máquina toda la noche y al otro día fueron varias horas mirando la panta­lla.

El lunes descu­bría que la gente del Signa­Lab «un espa­cio inter­dis­ci­pli­na­rio en el que se genera cono­ci­mi­ento, meto­do­lo­gías y herra­mi­en­tas para la compren­sión multi­di­men­si­o­nal del mundo soci­o­di­gi­tal» y que perte­nece al Insti­tuto Tecno­ló­gico y de Estu­dios Supe­ri­o­res de Occi­dente, una Univer­si­dad Jesuita, estaba dando a cono­cer el estu­dio Ingrid Esca­mi­lla: apagar el horror.

Enton­ces imaginé ese labo­ra­to­rio con expertxs (supongo que con un sueldo) y compu­ta­do­ras pode­ro­sas traba­jando y la contraste con mi desvelo y mi tener que espe­rar al fin de semana para colec­tar los tweets y sentí tan ridí­cula la escena de yo y mi maqui­nita en la noche buce­ando entre pala­bras. Y recordé que una parte de mi sigue siendo una home­less de la cien­cia, pero que es mi deci­sión no regre­sar, y creo, que pese a todo, mi esfu­erzo mostraba algo distinto, algo que no lo da el análi­sis del bigdata puro, enton­ces no era redun­dante con el estu­dio y tengo la espe­ranza que dejé algo dentro de este tratar de enten­der y dete­ner la violen­cia.

Pero algo impor­tante que me dejó el dudar, fue que me llevo a recor­dar que en este país no todxs esta­mos en las mismas circuns­tan­cias.

IV En un país de insom­nes en el que no todxs somos igua­les

Con la muerte de Ingrid y la esta­dís­tica de diez femi­ni­ci­dios diarios creo que hay un senti­mi­ento de inse­gu­ri­dad colec­tiva, pero me preo­cupa que se esté convir­ti­endo en un lugar poco fértil para cambiar la situ­a­ción.

Se que no hay forma de decir lo que quiero decir y que suene bien, así que lo haré tal cual y pido sea leído y enten­dido con precau­ción porque me cuesta dar sentido a estas ideas.

Creo que si bien, la violen­cia patri­ar­cal nos rodea, la expe­ri­en­cia coti­di­ana, en la mayor parte de los casos, debe­ría ayudar­nos a anali­zar nues­tras circuns­tan­cias y evaluar la proba­bi­li­dad de violen­cia y el tipo de violen­cia. Me preo­cupa que en esta empa­tía de decir si agre­des a una nos agre­des a todas, y todas somos las muje­res que han muerto, olvi­de­mos, que no todas tene­mos los mismos recur­sos, que no todas esta­mos en las mismas circuns­tan­cias y si bien los femi­ni­ci­dios se presen­tan en apari­en­cia por igual entre ricas y preca­rias, al mismo tiempo hay una serie de recur­sos que hacen que la violen­cia no se viva igual.

Con esto sólo quiero decir que no deje­mos que el miedo nos domine y recor­de­mos nues­tra fuerza y que no seamos omisas en el reco­no­ci­mi­ento de los privi­le­gios que pudi­é­ra­mos tener y que podrían hacer­nos pasar sobre otras muje­res. Y no se si se pueden gene­rar o no alian­zas con algu­nos hombres pero en mis circuns­tan­cias he perdido mucho tiempo pele­ando con con hombres que al final del día no eran el enemigo, sin la más mínima estra­te­gia, desgas­tando toda mi ener­gía.

Me robo un hilo de twee­ter:

Usua­ria1: Anoche no podía dormir y ahora me está costando muchí­simo trabajo concen­trarme en la oficina porque asesi­na­ron a una niña y lo que nos dicen es que hay que portar­nos bien. No enti­endo nada.

Usua­ria2: Llegué media hora tarde xq me quedé pasma­da+­llo­rando en mi casa

Abra­zos

Usua­ria3: Yo tampoco podía dormir, vi todo ese terror a las 11:30 pm, me quede dormida hasta las dos, me levante a revi­sar la puerta dos veces y ahorita estoy exac­ta­mente igual que tú.

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La concen­tra­ción no llega cuando hay tanta frus­tra­ción, rabia, impo­ten­cia y miedo.

Yo llevo varios días insomne, triste y frus­trada. Se que en México dormi­mos menos horas que en otros países y estoy segura que en muchas ciuda­des la gente respira menos canti­dad de veces al día.

En el insom­nio y la tris­teza no se puede pensar, el dolor cada día es más agudo…­ne­ce­si­ta­mos descan­sar, llorar, cuidar­nos…

V Y por qué no? siem­pre hay lugar para una teoría de complot

Han pasado ya varios años en el que el uso de medios soci­a­les como Twit­ter o Face­book han servido para ampli­fi­car nues­tras voces denun­ci­ando violen­cias y difun­di­endo luchas. Con ello hemos vivido momen­tos muy lumi­no­sos de arti­cu­la­ción segui­dos por reac­ci­o­nes para mante­ner el Status quo. Algu­nas de estas reac­ci­o­nes pare­cen ser «natu­ra­les» para una soci­e­dad capi­ta­lista-patri­ar­cal.

Por ejem­plo, en 2019 después del #MeToo hubo una discu­sión entre muchos usua­rios sobre cuál sería la forma correcta de denun­ciar encau­sando todo a un sistema judi­cial en el que quie­nes deci­den son otros, en el que nueva­mente queda­mos suje­tas.

Otro ejem­plo es la unión de trolls en grupos (legi­o­nes) que de forma coor­di­nada atacan femi­nis­tas.

Sin embargo, hace un tiempo vengo sigui­endo lo que pasa después de que en redes soci­a­les ocurre un fenó­meno ines­pe­rado en el que la indig­na­ción conlleva a algún tipo de arti­cu­la­ción. Tengo la impre­sión que a los pocos días se presenta un fenó­meno de mani­pu­la­ción, algo expe­ri­men­tal, para probar como desar­ti­cu­lar­nos. Algo que sobre­pasa respu­es­tas indi­vi­du­a­les o de legi­o­nes de machi­trolls.

Y aquí hay que recor­dar que en México se generó una empresa espe­ci­a­lista en la mani­pu­la­ción mediá­tica, Tele­visa. Por ejem­plo en 2017, mien­tras lxs mexi­canxs está­ba­mos vivi­endo las conse­cu­en­cias del sismo, Tele­visa cons­truyo una noti­cia falsa sobre el caso de una niña atra­pada en los escom­bros de un cole­gio. Esta nota acaparo toda la aten­ción y se quitó el foco de otros edifi­cios que habían caído en los que había la posi­bi­li­dad de que hubi­e­ran fabri­cas clan­des­ti­nas o que traba­ja­ban con mano de obra de migran­tes que no conta­ban con permi­sos de migra­ción (para más infor­ma­ción ver aquí.

Con esto en mente, en la obser­va­ción de lo que ha ido ocur­ri­endo en Twit­ter me hace pensar que hay una proceso formal de expe­ri­men­ta­ción que busca meca­nis­mos de desatr­ti­cu­lar y mani­pu­lar. Esta mani­pu­la­ción se carac­te­ri­za­ría por reto­mar o crear un hecho en extremo emotivo, rela­ci­o­nado con el que origino la arti­cu­la­ción ante­rior pero que de alguna forma exacerba alguna de las carac­te­rís­ti­cas de la «víctima». Por si mismo estos hechos llama­rían la aten­ción pero lograr colo­carse como tenden­cia en la opinión pública se da muy «raro» si se compara con hechos simi­la­res. La otra carac­te­rís­tica que ocurre es que este hecho lleva a una indig­na­ción colec­tiva que termina siendo medida por las auto­ri­da­des. No tengo prue­bas, es solo que todo es muy raro.

Puede que tenga razón o no, pero tal vez el problema es que no tene­mos la capa­ci­dad para para anali­zar de forma colec­tiva estos datos y deci­dirlo desde las colec­ti­vi­da­des. Los análi­sis de bigdata están siendo hechos desde empre­sas o univer­si­da­des, en la mayor parte de los casos gene­rando análi­sis desde las élites, incluso cuando se llega a invi­tar a «acti­vis­tas» esto se reduce a cier­tas colec­ti­vi­da­des vali­da­das como las «repre­sen­ta­ti­vas» desde crite­rios centra­lis­tas. Enton­ces si son otros los que nos inter­pre­tan cómo esto afecta en una narra­tiva común que también puede afec­tar nues­tras prác­ti­cas.

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Cuando la defensa de la violen­cia patri­ar­cal se disfraza de buena volun­tad e inves­ti­ga­ción compro­me­tida.

Mayeli Sánchez

DataDay3

En los últi­mos años el frío del invi­erno se ve contrar­res­tado por una ola violeta que amenaza con crear una prima­vera exten­dida llena de afecto de herma­nas y defensa de la vida. Pero al igual que en cual­quier lucha que defi­ende la vida, la violen­cia está presente de formas múlti­ples, a veces tan sutil como una ligera brisa, a veces como pala­bras soli­da­rias que en reali­dad no lo son.

Una de las cosas que que me ha permi­tido ver el #MeTo­oMx es que común­mente la violen­cia, cuando se convi­erte en un patrón, termina teni­endo siem­pre una cara pública, en este sentido termina envol­vi­én­do­nos a todos en el velo de la vergüenza, porque en algún sentido nos reco­no­ce­mos cómpli­ces.

Así escribo estas líneas, enojada y conmo­vida, pero sobre todo bajo esa consigna que nues­tra querida hermana mayor nos comparte #NuncaMás­Con­ta­ras­Con­Mi­Si­len­cio.

Podría iniciar dici­endo enton­ces que escri­biré en el anoni­mato por protec­ción y que elegiré al azar uno de los múlti­ples casos que mues­tran este intento por preser­var el orden patri­ar­cal, pero sería mentira. El anoni­mato es el dere­cho de las perso­nas a preser­var su inti­mi­dad y su posi­bi­li­dad de protec­ción cuando se expo­nen a que el poder tome repre­sa­lias en un sistema como el nues­tro, sin embargo también puede ser arma de los mise­ra­bles. Y no elijo al azar, elijo hablar de aque­llo de lo que fui parte, que pesa y duele por el afecto y compro­miso que siento con las perso­nas y ese gran terri­to­rio lleno de gente vali­ente como es Sonora.

Quiero refe­rirme al arti­culo presen­tado en Crónica Sonora titu­lado “Sin proto­co­los de veri­fi­ca­ción de fuen­tes las cuen­tas de MeToo son vulne­ra­bles”. Primero quiero expre­sarme de manera gene­ral y breve, en rela­ción al argu­mento sobre la veri­fi­ca­ción de las fuen­tes. En este sentido #MeToo no es en sí un movi­mi­ento homo­gé­neo y coor­di­nado por una sola instan­cia, no es una orga­ni­za­ción estruc­tu­rada, no es un medio de peri­o­dismo y no no se estruc­tura como un proceso inves­ti­ga­tivo, pero sobre todo no es un tribu­nal. Es un ya basta que nace de siglos de silen­cio, de nudos en la garganta, heri­das en el cuerpo y mucha muerte. Es un meca­nismo de ampli­fi­ca­ción de nues­tra voz después de muchas expe­ri­en­cias, diver­sas y singu­la­res aunque con origen común, de in-justi­cia tras sufrir violen­cias múlti­ples y no encon­trar mane­ras útiles de enfren­tar­las. A dife­ren­cia de otras protes­tas soci­a­les que se cono­cen por estas gran­des mani­fes­ta­ci­o­nes en la calle para clamar su ya basta el #MeToo México se ha dado prin­ci­pal­mente en redes soci­a­les comer­ci­a­les, aunque no por ello desvin­cu­lado de expre­si­o­nes y encu­en­tros cuerpo a cuerpo.

En contra­po­si­ción al silen­cio cómplice y la desle­gi­ti­ma­ción de la pala­bra de quie­nes denun­cian, aunado al #MeToo hemos dicho #YoSi­Te­Creo, así pone­mos por encima de la duda con la que la peda­go­gía del patri­ar­cado nos ha adoc­tri­nado la capa­ci­dad de empa­ti­zar, de ser soli­da­rias y de mirar­nos en una expe­ri­en­cia que nos atra­vi­esa en común.

Consi­de­rando lo ante­rior ¿es compa­ti­ble el #YoSi­Te­Creo con “la veri­fi­ca­ción de la fuente”? y en todo caso ¿a quién le corres­ponde hacer esa veri­fi­ca­ción?

Desde mi pers­pec­tivo, no es compa­ti­ble buscar la veri­fi­ca­ción de la pala­bra de alguien que denun­cia en el #MeToo, pero tampoco sería el obje­tivo. Esto no quiere decir que se asuma la denun­cia de forma irres­pon­sa­ble, solo que en vez de poner al posi­ble agre­sor en el centro, esta­mos las muje­res. En la medida que éstas denun­cias públi­cas y colec­ti­vas son reci­en­tes aun hay muchas pregun­tas para saber cuales serían las mejo­res mane­ras de actuar en rela­ción a ellas, pero desde la diver­si­dad de circuns­tan­cias lo que veo es que hay un esfu­erzo muy grande por hablar éstas pregun­tas y gene­rar proceso, para algu­nas colec­ti­vas dentro de las premi­sas de éstos proceso está el el poder sanar y evitar que éstas violen­cias se repi­tan.

Ya que el #MeToo no es un tribu­nal consi­dero que no es al #MeToo al que le toca la veri­fi­ca­ción, sino que nos toca a las perso­nas como comu­ni­da­des, como soci­e­dad, encon­trar cómo vamos a hacer con éstas denun­cias para poder actuar en conse­cu­en­cia y no por puni­ti­vismo, sino por deci­dir cambiar como soci­e­dad y no permi­tir la violen­cia patri­ar­cal.

Creo que como soci­e­dad, pero sobre todo que miem­bros de estas comu­ni­da­des en las que se presenta la denun­cia de algún miem­bro, nos está costando saber cómo reac­ci­o­nar ante las denun­cia, tal vez un pista sería iniciar pregun­tando, inda­gar en el compor­ta­mi­ento de quie­nes son denun­ci­a­dos y propo­ner solu­ci­o­nes también situ­a­das, es decir, en el contexto inme­di­ato de quie­nes rodean al denun­ci­ado. Eso sería sana­dor. Desca­li­fi­car y buscar inva­li­dar, una vez más, las voces de quie­nes se deci­den a hablar a través del #MeToo es colo­carse del lado de un status quo cons­truido sobre la agre­sión a nues­tros cuer­pos.

Dicho lo ante­rior quiero prose­guir con mi opinión sobre la nota publi­cada en Crónica Sonora para refe­rirme a la defi­ci­en­cia meto­do­ló­gica y la falta de ética sobre la inves­ti­ga­ción.

DataDay3

En la nota se menci­ona que el obje­tivo de su inves­ti­ga­ción fue probar que la caren­cia de proto­co­los para la veri­fi­ca­ción de la fuente expone a vulne­ra­bi­li­da­des las cuen­tas de twit­ter #MeToo ante la posi­bi­li­dad de publi­car infor­ma­ción falsa.

Para probarlo el método usado de acuerdo con la nota fue:

  1. Elegir una una cuenta #MeToo que cumpli­era con los sigui­en­tes crite­rios:
    • Que conti­nu­a­ran en activo.
    • Que tuvi­e­ran defi­ci­en­cias nota­bles en las acusa­ci­o­nes publi­ca­das, confun­di­endo acoso con otro tipo de violen­cias.
    • Que tuvi­e­ran casos publi­ca­dos orgá­ni­ca­mente con alcance en las cuen­tas de impacto naci­o­nal, para tener segu­ri­dad de que quie­nes admi­nis­tran esta cuenta son parte de la red de colec­ti­vos que impul­sa­ron el #MeToo en todo México.
  2. Infil­trar la cuenta con una acusa­ción falsa para ver si era publi­cada.

Sobre la elec­ción de la cuenta twit­ter #MeToo aunque se repor­tan los crite­rios no se reporta la meto­do­lo­gía como tal. Por ejem­plo ¿cómo se hizo para encon­trar las cuen­tas acti­vas? ¿Cuál fue el número de tweets obser­va­dos para poder saber cuales eran las cuen­tas acti­vas? ¿Cuál fue la línea de tiempo de la obser­va­ción? No se reporta el número de cuen­tas obser­va­das, cuales están acti­vas y cuan­tas fueron descar­ta­das. Tampoco se reporta con qué programa o plata­forma se hici­e­ron las obser­va­ci­o­nes sobre los tweets y las cuen­tas twit­ter.

Lo ante­rior es rele­vante porque cuando habla­mos de twit­ter la mayor parte del tiempo esta­mos hablando de “big data”, del análi­sis de miles de datos que no se puede lograr solo a partir de que un par de perso­nas pasen horas mirando twit­ter por el explo­ra­dor o por al app tele­fó­nica. Lo que se requi­ere es poder acce­der a la base de datos de twit­ter para poder extraer la infor­ma­ción.

Por poner un ejem­plo, una de las formas de lograrlo con pocos recur­sos pero algo de cono­ci­mi­ento en progra­ma­ción hubi­era sido: a partir de una cuenta perso­nal conse­guir las creden­ci­a­les de la app de twit­ter (apps.twit­ter.com), después usar las paque­te­rías espe­ci­a­li­za­das para colec­tar tweets de Python o de R. Para lograr encon­trar las cuen­tas de twit­ter acti­vas, iniciar colec­tando las cuen­tas a las que siguen las cuen­tas más cono­ci­das de MeToo o con las que se dio inicio el movi­mi­ento, después para cada cuenta MeToo encon­trada colec­tar los tweets publi­ca­dos sin re tweets. Con las bases de datos obte­ni­das elimi­nar todas aque­llas que no tuvi­e­ran publi­ca­ci­o­nes después de la fecha deter­mi­nada.

Depen­di­endo del número de cuen­tas y el número de tweets en cada cuenta para poder encon­trar las que cumplían con el crite­rio de “confun­dir acoso con otras violen­cias” hacer un análi­sis de texto.

Para poder cubrir el último crite­rio una posi­bi­li­dad sería buscar quie­nes le dieron re tweet directo a las denun­cias y obser­var para aque­llas que logra­ron más re tweets con cuen­tas naci­o­na­les ver si están dentro de quie­nes siguen éstas cuen­tas. Aún así ese crite­rio es confuso. Sin una meto­do­lo­gía clara la elec­ción de la cuenta @Her­mo­si­llo­Too parece sesgada.

Sigui­endo con los pasos narra­dos en la nota una vez elegida la cuenta se proce­dió a la infil­tra­ción.

El contac­tar usando una cuenta con poco tiempo de crea­ción y los cambios de nombre resul­tan irre­le­van­tes ya que muchas denun­ci­an­tes por precau­ción podrían valerse de la crea­ción de cuen­tas nuevas, por lo que de inicio no refle­ja­ría una falta de proto­colo o defi­ci­en­cia en la deci­sión de que denun­cias se publi­can.

Otro problema meto­do­ló­gico es el haber usado a una persona que ya había sido denun­ci­ada porque ¿sería posi­ble que el proceso de publi­car una denun­cia sobre una perso­nas por primera vez fuese dife­rente que cuando ya hay más de una denun­cia? ¿Sería posi­ble que la cuenta @Her­mo­si­llo­Too hubi­era reci­bido más denun­cias sobre la persona en cues­tión que pidi­e­ron no ser públi­cas toda­vía y que por ello el filtro de deci­sión sobre la publi­ca­ción de una nueva denun­cia fuera dife­rente?

Otro aspecto extraño en el método seguido por los auto­res es que las fechas de acti­vi­dad de la cuenta @Feni­xEdy no concu­er­dan con al narra­tiva sobre la elec­ción de la cuenta @Her­mo­si­llo­Too.

Ahora viene el problema ético. Al haber elegido una persona que ya hubi­era sido denun­ci­ada para probar que era posi­ble lograr la publi­ca­ción de una falsa denun­cia tiene como efecto secun­da­rio la desle­gi­ti­ma­ción de la denun­cia origi­nal y todas las otras denun­cias publi­ca­das en @Her­mo­si­llo­Too, lo que implica que la gente dude de denun­cias que pudi­e­ran ser verda­de­ras.

Al inicio de la nota, quie­nes la escri­ben, expre­san que su obje­tivo es forta­le­cer el movi­mi­ento, y si fuese el caso, ¿era nece­sa­rio poner el nombre de la cuenta inves­ti­gada? ¿No hubi­ese bastado usar un alias y expo­ner los resul­ta­dos de la inves­ti­ga­ción?

Además, el acep­tar la comu­ni­ca­ción con una de las posi­bles denun­ci­an­tes, hacer pública ésta conver­sa­ción y cali­fi­carla como “venganza perso­nal” está lejos de cumplir con los crite­rios de una inves­ti­ga­ción ética o de autén­tica empa­tía con la causa del #MeToo.

Por otra parte quie­nes escri­ben la nota no comen­tan si trata­ron de buscar a las cuen­tas MeToo para pregun­tar­les direc­ta­mente sobre sus proto­co­los para acep­tar denun­cias, en los casos que no los hacían públi­cos, o si contac­ta­ron a la cuenta @MeTo­o­Her­mo­si­llo para ayudarle a cubrir la vulne­ra­bi­li­dad encon­trada.

Por último y lo que me parece más grave, es que al momento de escri­bir estas pala­bras quie­nes tienen el poder de la cuenta de twit­ter @Feni­xEdy a partir de la que se hizo la falsa denun­cia no publi­ca­ron en su mismo perfil una nota acla­ra­to­ria que deje de seguir alimen­tando su falsa denun­cia, no hay un tweet que clari­fi­que la parti­ci­pa­ción de la cuenta en una denun­cia falsa y una disculpa a la persona impli­cada o un tweet que ligue al artí­culo de Crónica Sonora.

Quiero termi­nar comen­tando que #MeToo por lo que se percibe no es está­tico y no se puede asumir que solo puede acep­tar denun­cias sobre violen­cia sexual, las violen­cias patri­ar­ca­les que no forzo­sa­mente van acom­paña­das de acoso sexual no son menos violen­cia o no tienen impli­ca­ci­o­nes meno­res sobre nues­tras vidas, el MeToo es una ola que no para que nos va permi­ti­endo tener voz sobre todas las violen­cias, por lo que #YoSi­Te­Creo hermana denun­ci­ante y que una pseudo-inves­ti­ga­ción no contri­buya a mini­mi­zar tu pala­bra.

Imagen: Elabo­ra­ción propia. Foto: Yutsil Sánchez

Nota: quisi­era expre­sar que si bien me hago cargo de las pala­bras aquí escri­tas, las ideas o argu­men­tos no son refle­xi­o­nes aisla­das, forman parte de las discu­si­o­nes que vamos teni­endo entre muje­res, por lo que las veo como pala­bra colec­tiva, en parti­cu­lar quisi­era agra­de­cer a I, T, M y R, por leerme y por estar impul­sando éstas refle­xi­o­nes colec­ti­vas.