Cómo saben tu teléfono los estafadores que te envían SMS con phishing haciéndose pasar por Santander, Correos o Amazon

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2021 fue el año del phis­hing por SMS y, desgra­ci­a­da­mente, en 2022 la cosa no ha amai­nado. Flubot fue el ejem­plo más devas­ta­dor de lo que los atacan­tes podían llegar a conse­guir al hacerse pasar por compañías de mensa­je­ría: en meses consi­gui­e­ron 60.000 telé­fo­nos infec­ta­dos, que contri­buye­ron, como vere­mos, a un daño mucho mayor.

Después de la mensa­je­ría, llega­ron los SMS de enti­da­des banca­rias, super­mer­ca­dos y muchas otras vari­an­tes. Con todo ello, siem­pre surgía la misma pregunta: sabe­mos cómo nos atacan y por qué, pero ¿cómo tienen nues­tros núme­ros?

Cómo se hacen con nues­tros núme­ros de telé­fono

No se puede dar una respu­esta clara, pero toca volver a hablar de Flubot. En marzo de 2021 se esti­maba que con este SMS de Fedex, DHL y otras mensa­je­ras, los respon­sa­bles logra­ron hacerse con 11 millo­nes de núme­ros españo­les, y es proba­ble que desde enton­ces, más de un año después, la cifra subi­era mucho. Es una base de datos de telé­fo­nos muy grande (y con nombres en muchos casos) a la que poder empe­zar a atacar.

Y obte­nerla para ellos fue tan senci­llo como que las vícti­mas se insta­la­ran las apli­ca­ci­o­nes frau­du­len­tas en Android y, sin saberlo, compar­ti­e­ran toda su lista de contac­tos, a la que además también se envi­aba luego el SMS para que se lo insta­la­ran y sigui­e­ran la cadena. Que contro­lar tal canti­dad de telé­fo­nos sea algo tan trivial para los atacan­tes, gracias al permiso de acce­si­bi­li­dad de Android, es algo con lo que Google está empe­zando a luchar en Android 13.

Otras posi­bi­li­da­des para hacerse con muchos núme­ros de telé­fono fueron la brecha de Face­book, que dejó también 11 millo­nes de núme­ros españo­les al descu­bi­erto, y la brecha de The Phone House, que permi­tió a unos atacan­tes con Ransom­ware hacerse con más de 5,2 millo­nes de regis­tros y correos elec­tró­ni­cos, muchos de ellos asoci­a­dos a núme­ros de telé­fo­nos españo­les. Estas dos bases de datos se obti­e­nen fácil­mente en la Deep Web.

En 2022 no hemos vivido algo tan serio como estas brechas, y final­mente las esta­fas pare­cen haber ido cambi­ando. No se va, por ejem­plo, la de Micro­soft, que no es más que un presunto servi­cio técnico de los de Redmont, tratando de hacerse pasar por traba­ja­do­res que nos quie­ren ayudar.

En cuanto a esta­fas por SMS, lo que más hemos visto en el último año ha sobre todo, usando el nombre de bancos. A dife­ren­cia de lo que veía­mos con Flubot, aquí no nos instan a insta­lar apli­ca­ci­o­nes, sino a intro­du­cir nues­tras creden­ci­a­les banca­rias para supu­es­ta­mente «iniciar sesión» y solven­tar algún problema de segu­ri­dad. Al final, nos llegan a pedir hasta tarjeta y número de segu­ri­dad.

Incluso aunque ya no se vacíen agen­das ente­ras como con Flubot, son enor­mes las bases de datos de núme­ros que pueden haber cose­chado entre aquel malware, el caso de Face­book y sobre todo el de The Phone House, con núme­ros asoci­ado a telé­fo­nos, direc­ci­o­nes, etc. Lo peor es que todo ello se mueve por grupos de mensa­je­ría y webs sin ningún control.