Un estudio denuncia la discriminación de la mujer en la industria de la animación

Los proyectos realizados por mujeres no solo reciben menos subvenciones, sino que además la cuantía de estas es menor. Las series de animación son un sector de la industria muy masculinizado, lo que afecta directamente a los contenidos.

La animación en nuestro país es cosa de hombres. Estamos ante una industria que dista mucho de ser igualitaria. Según un informe, realizado por la Asociación de Mujeres de la Industria de la Animación (MIA), el sector de la animación es un surtidor de desigualdades de género que relega a la mujer a un segundo lugar.

Lo hace a través de sus contenidos, con la mujer ejerciendo funciones de "princesa", siempre a la espera de que un hombre la salve. Por no hablar de la diferencia respecto de los personajes masculinos, que son presentados como lo universal. 

 

Entre las conclusiones del estudio nos topamos con una dura certeza, a saber; que "el techo de cristal no se rompe" con un 22,5% de mujeres en los puestos de liderazgo de las series. Las cifras distan mucho de la paridad, algo que también se refleja en los largometrajes, con apenas un 26,56% de presencia femenina en los equipos y ninguna directora al frente.

El informe nos habla también de un abismo que se abre con frecuencia tras la formación. Un abismo que se deja ver en cuanto las mujeres ingresan en el mercado laboral: "Aunque durante la etapa de formación las mujeres tienen un papel relevante, esa importancia se pierde al dar el salto a la industria profesional, donde no solo la proporción de mujeres es menor, si no que tienen puestos de menor responsabilidad".

El presupuesto de las producciones es otra de las aristas del problema. Las discriminación afecta también a la envergadura de los proyectos y, por tanto, a su acabado final. Así lo detalla el informe en una de sus conclusiones: "Los proyectos realizados por mujeres no solo reciben menos subvenciones, sino que además la cuantía de estas es menor. Además, las películas con liderazgo femenino tienden a tener un menor presupuesto, lo que nos hace concluir que son obras con menos recursos y ambición, en comparación con aquellas desarrolladas por hombres". 

Como única nota positiva, la Asociación de Mujeres de la Industria de la Animación subraya el hecho de que "no se han encontrado ejemplos de personajes sexualizados por su físico", así como una creciente diversificación temática en los cortometrajes, destacando el número de obras que abordan realidades LGTBI+ y denuncia social. 

Foto: Un fotograma de 'Planet 51'.