Encuentro hackfeminista en Chiapas: estar en analógico para construir entornos digitales más dignos para nosotras

Imatge

Del 11 al 13 de julio estu­vi­mos en San Cris­tó­bal de Las Casas, Chia­pas,  más de 25 muje­res proce­den­tes de diver­sas geogra­fías y contex­tos de México. Convo­ca­das por Sursi­endo, el Insti­tuto de Lide­razgo Simone de Beau­voir y el Tec de Monte­rrey, nos junta­mos en este espa­cio hack­fe­mi­nista para refle­xi­o­nar en torno a ‘Tec­no­lo­gía y afec­tos ¿Cómo bosque­jar polí­ti­cas de la [co]respon­sa­bi­li­dad?’

Fueron 3 días inten­sos [si hay algo que se repi­tió en nues­tras pala­bras fina­les fue la inten­si­dad!] donde pudi­mos reco­no­cer­nos desde diver­sas luchas y resis­ten­cias pero también desde lo que nos une a través de ellas; fueron días en los que nos pudi­mos conec­tar con otras y sumar a nues­tros proce­sos de refle­xión temas y acci­o­nes que las discu­si­o­nes tecno­ló­gi­cas dejan deli­be­ra­da­mente fuera: las afec­ta­ci­o­nes y afec­ti­vi­da­des que se gene­ran en torno al diseño, produc­ción, usos y dese­chos de las tecno­lo­gías actu­a­les.

Nos senti­pen­sa­mos en torno a poder incor­po­rar esas otras dimen­si­o­nes de la tecno­lo­gía que nos permi­tan elegir cuándo y cómo quere­mos usar esa ‘red de redes’ que atra­vi­esa nues­tras vidas y que quere­mos que se convi­erta cada vez más en espa­cios de ‘ter­nura, confi­anza y resis­ten­cia’, espa­cios de cuida­dos sí, pero sobre todo de [co]respon­sa­bi­li­dad, espa­cios en los que seamos cons­ci­en­tes y nos sinta­mos esti­mu­la­das para seguir creando entre todas.

Al convo­car al encu­en­tro decí­a­mos que

El capi­ta­lismo y los enfo­ques raci­o­na­lis­tas que preva­le­cen en la cons­truc­ción de la moder­ni­dad y el mundo occi­den­tal han gene­rado narra­ti­vas que conci­ben las tecno­lo­gías como desar­ti­cu­la­das de nues­tros cuer­pos, como una mate­ri­a­li­dad al margen de noso­tras. La econo­mía polí­tica nos mues­tra su lugar en el flujo del capi­tal y cómo trans­forma, cons­ti­tuye, deforma y cons­truye nues­tros entor­nos, rela­ci­o­nes y cuer­pos.

Para noso­tras,  la tecno­lo­gía se apro­pia y se cons­truye desde la matriz de la afec­ti­vi­dad. Quere­mos repen­sar la tecno­lo­gía en rela­ción con nues­tras emoci­o­nes, nues­tros afec­tos, nues­tra vida en común, la vida del planeta. Busca­mos ser sensi­bles a las afec­ta­ci­o­nes que provo­ca­mos en nues­tros cuer­pos, en los cuer­pos de otras, y en la corpo­rei­dad de lo que deno­mi­na­mos la natu­ra­leza. Si despo­li­ti­zar es desa­fec­tar las rela­ci­o­nes, nues­tro propó­sito es poli­ti­zar a través de los afec­tos y las afec­ta­ci­o­nes.

Así, propo­ne­mos vivir la tecno­lo­gía como una trama de rela­ci­o­nes teji­das por las afec­ta­ci­o­nes y los afec­tos.

¿Por qué un encu­en­tro entre noso­tras?Porque somos geni­a­les cuando esta­mos juntas. Porque nos propu­si­mos un espa­cio que pudi­era ser creado y recre­ado desde la trans­pa­ren­cia, la inti­mi­dad, el estar rela­ja­das e inspi­rar­nos mutu­a­mente. O como nos compar­tía una compañera, para ‘hacer­nos temblar y agitar­nos para la refle­xi­ón’.

Nos queda­mos con que cons­truir una inter­net femi­nista es sí visi­bi­li­zar las violen­cias que se ‘tra­du­cen’ también en el entorno digi­tal pero sobre todo es cono­cerla, romper con el cono­ci­mi­ento experto y crear una red loca[l] que nos permita hacer una inter­net digna para noso­tras y nues­tros terri­to­rios.

Al final del encu­en­tro conta­mos lo que habí­a­mos vivido durante estos días en un foro abierto. Les compar­ti­mos con mucha ternura una breví­sima parte de lo que arma­mos para ese espa­cio:

‘Mani­fi­esto Hack­fe­mi­nis­ta’

la tecno­lo­gía no es neutral;

histó­ri­ca­mente las muje­res no hemos estado en el debate polí­tico, ahora lo esta­mos;

como muje­res nos pregun­ta­mos cómo asumir postu­ras éticas ante las conse­cu­en­cias del desar­ro­llo tecno­ló­gico que afecta a perso­nas, seres no huma­nos y natu­ra­leza;

nos convo­ca­mos

a explo­rar y vivir otras pers­pec­ti­vas narra­ti­vas

a senti­pen­sar las tecno­lo­gías para gene­rar espa­cios de confi­anza que nos permi­tan discu­tir estos asun­tos que nos atra­vi­e­san perso­nal y colec­ti­va­mente

y cues­ti­o­nar­nos los siste­mas de norma­ti­vi­dad sexual y tecno­ló­gica;

Cadá­ver exqui­sito: ¿para qué nos convo­ca­mos a este encu­en­tro?

La ternura del pecho al latir del suelo.

La sonrisa del viento en los cabe­llos libres.

Quere­mos dejar fuera estruc­tu­ras de hierro.

Quere­mos la ternura del agua.

Ternura del agua para fluir desde otros ríos, nutrir las ener­gías para sentir­nos;

pensar­nos en comu­ni­dad, la tecno­lo­gía para compar­tir nues­tras expe­ri­en­cias de manera íntima, por eso no pode­mos compar­tir sin filtro lo que fuimos vivi­endo.

Dialo­ga­mos mucho para poder saber qué decir cuando me encu­en­tro delante de mis privi­le­gios y bene­fi­cios en rela­ción con los impac­tos que creo.

Busca­mos encon­trar­nos a pesar de las dife­ren­cias, escu­char­nos y gene­rar nuevas posi­bi­li­da­des.

Cadá­ver exqui­sito: ¿qué quere­mos decir con senti­pen­sar la tecno­lo­gía?

¿cómo habi­ta­mos las tecno­lo­gías?

De por medio está nues­tro cuerpo-terri­to­rio inmerso en red infi­nita de reac­ci­o­nes en donde,

con empa­tía,

nos escu­cha­mos de manera distinta a la habi­tual, pone­mos real­mente aten­ción.

Sabe­mos que no es senci­llo.

Atra­ve­sar el cuerpo con emoci­o­nes y senti­mi­en­tos cuando nos han progra­mado a no sentir.

Senti­pen­sarse con la tecno­lo­gía es asumirse cuerpo-máquina-tierra, perfo­rar el para­digma posi­ti­vista y patri­ar­cal.

Siento inva­sión-liber­tad al pensar la tecno­lo­gía, inva­sión-liber­tad en diver­sos terri­to­rios pensa­dos-enten­di­dos desde dife­ren­tes contex­tos, siento poder-liber­tad para imagi­nar el mundo de una manera en la que este­mos juntas, en contra­dic­ción perma­nente compar­ti­endo nues­tras tris­te­zas y alegrías, conec­ta­das con noso­tras mismas;

Gracias a quie­nes cons­pi­ra­ron para hacer que este encu­en­tro fuera posi­ble y también, y sobre todo, a quie­nes se compar­ti­e­ron con tanta gene­ro­si­dad y entu­si­asmo, a noso­tras mismas, las que está­ba­mos ahí y las que esta­ban en cada una de nues­tras pala­bras y acci­o­nes, que nos deja­mos afec­tar por la comple­ji­dad que signi­fica poder vivir las tecno­lo­gías que quere­mos en los contex­tos en los que esta­mos, sin dejar de mirar a las otras.

Notas rela­ci­o­na­das:

También nos cita­ron en la Red de Resis­ten­cia y Rebel­día Jo’ y Chia­pas Para­lelo.

@sur­si­endo