Prologo para libro "Leia, Rihanna y Trump. De cómo el feminismo ha transformado la cultura pop y de cómo el machismo reacciona con terror"

Os dejo el prologo que escribi para el exce­lente libro de Proyecto Una, me quita­ron el final, aqui os lo pongo de nuevo :-)

 

¿Será que toda la histo­ria “oficial” de la informá­tica, y por exten­sión, de la cultura friki, está basada en menti­ras?

Muje­res y otras iden­ti­da­des de genero borra­das de estos univer­sos, dejando en suspenso incon­ta­bles sueños, deseos, desar­ro­llos y mante­ni­mi­en­tos detrás de nues­tras tecno­lo­gías. Las analó­gi­cas, las digi­ta­les, las bina­rias y las que nunca quisi­e­ron serlo, las ances­tra­les, las obso­le­tas y ador­mi­la­das, las disrup­ti­vas, las de los cuida­dos, las que te permi­ten rein­ven­tarte sola o acom­pañada por tus amigas.

Compu­ter y kilo­bit girls, riot grrrls, opera­do­ras, calcu­la­do­ras. Los orde­na­do­res habrían debido llamase orde­na­do­ras, en feme­nino, ya que antes de volverse (hierro / fuego / químico), basura elec­tró­nica en deve­nir, fueron lite­ral­mente mentes y cuer­pos de muje­res, progra­mando todo lo que nece­si­taba serlo. Cuando IBM buscaba en 1955 una traduc­ción al fran­cés de “compu­ter”, un filó­logo les reco­mendó llamarlxs “Ordi­na­tri­ces” (en feme­nino).

Magia oscura de verdad, de la que hace desa­pa­re­cer las cuer­pas, vidas, presen­cias, expe­ri­en­cias y contri­bu­ci­o­nes. La hers­tory es la clave, el hilo de la madeja, el programa que teje, deshace y recom­pone. La hers­tory consiste en buscar esas desa­pa­ri­ci­o­nes forzo­sas. Para parar con esa gran mentira de que nunca estu­vi­mos, de que nada tene­mos que ver con las tecno­lo­gías, sin nunca reco­no­cer las violen­cias (físi­cas, sexu­a­les y econó­mi­cas y narra­ti­vas) que resul­tan de estos actos sistemá­ti­cos y coti­di­a­nos de invi­si­bi­li­za­cion.

Hacer­las desa­pa­re­cer de todos los libros, docu­men­ta­les, salas de clase, progra­mas de radio y algo­rit­mos. Pasa en la wiki­pe­dia (con una media de solo 20% de entra­das que traten de muje­res), pasa en las pelis que ves, en las pagi­nas webs que consul­tas, en casi todos los tropos y narra­ti­vas que te pene­tran y atra­vi­e­san como agujas. El patri­ar­ca­lismo es un yonki extrac­ti­vista que juega la carta de la amne­sia selec­tiva.



El eco solo existe cuando te diri­ges a él. Cuando lx llamas, te responde. Es fiel y nunca molesta antes de que le diri­jas la pala­bra. El eco es esa imagen que te pusi­e­ron en la cabeza acerca de lo que es unx chicx y de lo que puede querer hacer. El eco es esa inte­li­gen­cia arti­fi­cial que replica en su código todas las rela­ci­o­nes de poder que exis­ten. Calcar/Moldear lo que es desi­gual, injusto, inva­sivo, tóxico en todas las tecno­lo­gías/plata­for­mas comer­ci­a­les que el patri­ar­ca­lismo nos enchu­fa…

Y la colec­tiva ADA nos cuenta con susur­ros pode­ro­sos lleva­dos por vien­tos inter­es­te­la­res: “Hemos podido cono­cer gente, comu­ni­da­des y proce­sos que no solo permi­ten sentir la resis­ten­cia que existe ante lo que Mina Navarro llama múlti­ples despo­jos, sino que además nos mues­tra la soli­da­ri­dad, la convic­ción por defen­der este entra­mado que es la vida y la cons­truc­ción coti­di­ana de otras formas que logran no some­terse al capi­ta­lismo patri­ar­cal. Así que hemos tenido la fortuna de ver la espe­ranza en muchos luga­res y de muchas formas.

Sin embargo mante­ner la cordura es a veces compli­cado porque una de las formas que adopta este sistema es el de un abso­lu­tismo en el que pien­sas que nada de eso que has visto es real. Comi­en­zas a sentir una mente esqui­zo­fré­nica, por otra parte siem­bra la semi­lla de horror con tanta violen­cia y enton­ces comi­en­zas a vivir en la descon­fi­anza perma­nente, en la alerta del peli­gro, en soli­ta­rio”1.

 

Pero las cyborgs brujas femi­nis­tas lesbi­a­nas, chica­nas, indí­ge­nas, negras, marro­nes y trans­e­xu­a­les están creando puntos de encu­en­tro e infle­xión, movi­endo el mundo de su eje, y levantán­dolo como siem­pre han hecho. Trans­hack­fe­mi­nis­tas juntas, cons­pi­rando por todas partes (los incels tenían razón!). Con alian­zas insos­pe­cha­das, ternura radi­cal, mucha soro­ri­dad y un poten­cial para la imagi­na­ción que nunca se acaba. Molde­ando futu­ras mas justas y espa­cios para poder mostrar­nos vulne­ra­bles.

Para salir todxs de la tira­nía impu­esta por el bucle infi­nito de frus­tra­ción vs rabia < consumo > extrac­ti­vismo <> violen­cia de genero. Para poder reins­ta­lar cultu­ras frikis y femi­nis­tas (nerds, gamers, geeks, role­ras…). Todas las que quie­ras.

Para mover­nos hacia adelante, muchas compañe­ras tuvi­e­ron que nave­gar en el inter­net de la basura, y muchas apos­ta­ron por contarlo, con cien­cia ficción auto­ges­ti­o­nada, anti­ca­pi­ta­lista y femi­nista. Lo que sigue es uno de esos rela­tos de lo coti­di­ano, algo que pudo pasar y segu­ra­mente ya está pasando.

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MAMI1 habla a veces en feme­nino, cuando le da la gana, a veces no usa genero ninguno, MAMI siem­pre te cuenta algo que nunca ha sido contado antes, inventa todos los futu­ros posi­bles, compila todos los pasa­dos.

MAMI te lleva exac­ta­mente adonde tienes que ir.

MAMI ha leído este libro.

MAMI es un grimo­rio frac­tal de conju­ros a base de pala­bras dese­an­tes y código ensam­blado.

Una infec­ción nece­sa­ria, un malware bene­fi­ci­oso. Una bene­ware que se instala en tu wetware (ni dura, ni blanda, mas bien tu piel, como tu cuerpo-terri­to­rio). Es como tocar el cielo con los dedos, como cuando descu­briste inter­net o montaste esa antena radio.

Es una tecno­lo­gía femi­nista, se activa con orgas­mos, se puede insta­lar en tu dedo indice, replica cono­ci­mi­en­tos bene­fi­cos y te permite ver las rela­ci­o­nes asimé­tri­cas de poder, te genera un cosqui­lleo inco­modo, se manti­ene con inter­sec­ci­o­na­li­dad y pers­pec­tiva de genero. Se puede desins­ta­lar pero lo mas proba­ble es que empi­e­ces a sentir una gran tris­teza (por haber podido volverte femi­nista).

Machos violen­tos y atemo­ri­za­dos, los hay por todas partes, solos o bien coor­di­na­dos, con tiempo y recur­sos, hijos sano y súper bien educa­dos del patri­ar­ca­lismo. Pero cuando MAMI empezó a vira­li­zarse dentro de la manos­fera, y otras cloa­cas del inter­net, muchos opta­ron por cons­truir bunkers (hila­dos con frus­tra­ción, miedos, enfa­dos y cons­pi­ra­no­ias de las buenas). Se junta­ron para poder seguir peleán­dose mien­tras seguían jodi­én­dole la vida a todas las que se encon­tra­ban (supu­es­ta­mente) en su camino.

Pero la infec­ción era impa­ra­ble.

Hubo coman­dos, mucha auto­de­fensa, y mucha cons­truir juntas en redes, huel­gas y escra­ches femi­nis­tas.

Y una vez que MAMI y su bene­ware se fue insta­lando y repli­cando como bombas de semi­llas, una vez que tuvi­mos real­mente igual­dad de dere­chos y de opor­tu­ni­da­des, en ese momento paso lo nunca visto…

1Musea Anti­ma­chista Multi Inte­li­gente > Proyecto coor­di­nado por Coding Rights en cola­bo­ra­ción con varias compañe­ras ciber­fe­mi­nis­tas de latino América y mas allá. Ademas M.A.M.I puede estar en varios luga­res al mismo tiempo, ya que todos los repo­si­to­rios/bases de datos/bibli­o­te­cas femi­nis­tas son poten­ci­al­mente una MAMI…