Tapar la webcam podría no ser ya suficiente para evitar que te espíen

Si tenéis una webcam o usáis a menudo el móvil, es normal que hayáis pensado en que revo­car los permi­sos para que las apli­ca­cio­nes puedan acce­der a ella o poner algo que la tape es sufi­ciente. Pero en este caso, los inves­ti­ga­do­res del MIT han desvelado que hay otro compo­nente que puede tu poner en un compromiso tu priva­ci­dad, y es que el sensor ambien­tal de tu dispo­sitivo puede actuar como un espía.

Los senso­res de luz ambien­tal son partes de nues­tros dispo­siti­vos que pode­mos encon­trar a menudo en móvi­les, tablets e incluso en una Smart TV, y son aque­llos que detec­tan los niveles de luz que hay en la zona desde la que utiliza­mos el aparato para ajus­tar el brillo y la tempe­ra­tura de color de la imagen. Un ejem­plo sería el que incluyen los smar­tpho­nes, que permite acti­var la función de regula­ción de brillo automá­tico de nues­tra panta­lla, de forma que si hay menos luz alre­de­dor el brillo será mayor y viceversa.

Captación de movimiento de una mano mediante un sensor de luz

¿Por qué un sensor ambien­tal puede actuar como un espía?

Los fabri­can­tes de estos senso­res suelen clasifi­car­los dentro de un riesgo bajo a la hora de incor­po­rar­los, ya que no suelen tener en cuenta que cual­quier compo­nente que esté dentro de un dispo­sitivo se puede utilizar para robar infor­ma­ción. Y real­mente es porque se conside­ran inofen­sivos que son extre­ma­da­mente vulne­ra­bles, ya que al final el software en gene­ral puede acce­der a este sensor sin ningún tipo de restric­ción, ya que no tene­mos forma de asig­nar permi­sos ni privi­le­gios para acce­der a él.

 

Esto nos lleva direc­ta­mente al proyecto que han desa­rro­llado desde el Insti­tuto Tecno­lógico de Mass­a­chu­se­tts, los inves­ti­ga­do­res que han llevado a cabo este proyecto indi­can que, en aproxima­da­mente el 80% de las ocasio­nes, este sensor era capaz de propor­cio­nar la infor­ma­ción sufi­ciente para averiguar qué pulsacio­nes se hacen en un teclado virtual, permitiendo saber qué esta­ban escribiendo en la mayo­ría de las veces, esto podría­mos decir que es lo más pare­cido a un keylogger físico que existe.

Es por ello que se trata de un problema bastante grande de seguri­dad, pero no afecta a todos los dispo­siti­vos que cono­ce­mos, ya que para que funcione depende de cuatro factores clave, la veloci­dad del sensor de luz, la profun­di­dad de bits de medi­ción, el brillo de la panta­lla y la preci­sión del sensor. Si se cumple en un dispo­sitivo que estos cuatro factores sean extre­ma­da­mente eleva­dos, enton­ces dicho aparato es vulne­ra­ble frente a un ataque mediante el sensor ambien­tal, es por ello que cier­tas panta­llas como pueden ser las Smart TV son más peli­grosas en este caso que la de un smar­tphone.

Gráfica de seguridad dependiendo el nivel de luz de un sensor ambiental

¿Qué medi­das preven­ti­vas hay para evitar esto?

Las medi­das para evitar esto real­mente no se pueden imple­men­tar a nivel de usua­rio, a no ser que queráis tapar también el sensor junto con la cámara, ya que al final la forma de preve­nir este problema pasa por los fabri­can­tes. Exis­ten una gran varie­dad de cosas que se pueden imple­men­tar para evitar esto, ya sea cambiar la posi­ción en la que se encuen­tra el sensor de forma que no esté de cara a la panta­lla (que además permite que se nos vea), reducir la veloci­dad que tiene el sensor para evitar que sea capaz de captar imáge­nes en movi­miento o que se puedan gestio­nar los permi­sos para acce­der a este sensor de forma que poda­mos evitar que cual­quier programa pueda acce­der a él.