Cuerpo, Género, Diversidad, CiudadaníaS. Viernes, 13 . 19.30h en Exit Barcelona

Charla del Ciclo de Autofor­ma­ción «Ciuda­da­nias, Metrópo­lis, Common­fare»

El poder no entra en diálogos, impone su discurso sobre otros y exige el some­ti­miento indis­cutible a su narra­tiva. El poder es ficción que ansía reali­dad, por esta razón se escribe en los CUER­POS. El CUERPO no existe como tal si no es a través de un lenguaje que le nombre, una narra­tiva que inscriba en él lo irrepre­sen­ta­ble. Así, a través de una narra­tiva cultural norma­tiva, nues­tros CUER­POS devie­nen actores que repre­sen­tan los códigos y símbo­los del lenguaje inser­ta­dos en las coor­de­na­das del género. El cuerpo es el instru­mento último de la cons­truc­ción de una ficción cultural, el aspecto “real” de un texto ficti­cio que aspira a impo­nerse como norma­li­dad. A través de su narra­tiva cultural norma­tiva, el poder lega­liza y norma­liza a los CUER­POS/suje­tos.



El CUERPO sólo existe en la forma espe­cífica y en el contexto parti­cular de los signifi­ca­dos y pautas simbóli­cas del grupo social y cultural en el que han sido esta­ble­ci­das. Nues­tro sistema norma­tivo cultural de los CUER­POS emana de un sistema simbólico patriar­cal blanco, hete­ro­nor­ma­tivo y misó­gino, y de su discurso se despren­den los modelos norma­ti­vos del universo cultural forjado a través de estric­tas inter­pre­ta­cio­nes del ser humano físico y espi­ritual que otorga a deter­mi­na­das repre­sen­ta­cio­nes socia­les, frente a sus `opues­tas`, las cuali­dad de “norma­li­dad”. En aras de un orden norma­tivo, opuesto al `caos de su inexis­ten­cia`, el universo social y político que resulta se cons­ti­tuye en la red de dico­tomías jerár­qui­cas que emanan de la supuesta norma­li­dad del CUERPO/sujeto legítimo, hombre/mujer, blanco/negro, hete­rose­xual/homo­se­xual, juven­tud/vejez, yo/`Otro`, etc.



En la actua­li­dad, nues­tro iden­ti­fi­ca­dor social es nues­tro cuerpo, nues­tra imagen. En la aldea global se han multi­pli­cado y mezclado las iden­ti­da­des, y el abanico de posibi­li­da­des desborda viejas clasifi­ca­cio­nes socia­les de clase, raza, género, credo y profe­sión que por sí solas han quedado obso­le­tas al ser inevita­ble su inter­sec­ción. El cuerpo se ha conver­tido en el reino del “yo” y por tanto, nues­tro cuerpo debe signifi­car nues­tra singula­ri­dad, alimen­tar nues­tra individua­li­dad, ser vistos como únicos y desta­car en la amal­gama de iden­ti­da­des. No existe un `suje­to` pre-cultural al que repre­sente nues­tro cuerpo sino que ese sujeto se forma, se hace, en aque­llos actos que perfor­ma­tiza simbo­lizán­dolo y cons­ti­tuyén­dolo al mismo tiempo. El sujeto no se forma a través de una libre capa­ci­dad de elec­ción de la nada sino que es un proyecto tácito de acomo­da­ción de las cate­go­rías iden­ti­ta­rias recibi­das a través del lenguaje/discurso e incor­po­ra­das en la super­fi­cie del cuerpo.



El cuerpo ya no puede ser pensado como una mate­ria­li­dad previa e informe, ajena a la cultura y a sus códigos.



Intro­duce: Javier Lorenzo (EXIT)

Inter­vie­nen: Gerard Coll-Planas (Socio­logo y acti­vista trans)

Miquel Missé (Socio­logo y acti­vista trans)